Otra vez Nueva York sacudida por una manifestación artística. Otra vez una mujer y creadora negra levanta ampollas en los bienpensantes con una instalación artística que no deja indiferente, ya sea por sus dimensiones o tal vez por su insultante capacidad de generar dudas, preguntas y sentimientos. Esto es Arte y la Afrofémina Kara Walker es la responsable.
El olor dulce pero agrio es lo primero que impresiona cuando se entra a la nave donde se sitúa la mole de azúcar. Cinco pisos de altura y más de un campo de fútbol de largo. La nave de almacenamiento de la fábrica de azúcar Domino, en el East River en el Williamsburg de Brooklyn, fue construido en 1927 para amontonar azúcar a granel. La planta fue cerrada hace una década, sin embargo, en sus muros derruidos todavía gotea la melaza.
“El azúcar está manchada de sangre” ha dicho Walker
La figura, de más de 11 metros de altura y 22 de largo, es una ‘esfinge’ con cara y cuerpo de mujer negra y ha sido bautizada como ‘A subtletly or the Marvelous Sugar Baby’. De nuevo la artista ha dado un bofetón estilístico con escultura.
La esfinge tiene una poderosa carga simbólica. Una figura de una mujer, de azúcar blanca, de rasgos negros, con un trasero enorme que nace y termina en una vulva expuesta. Reproduce estereotipos raciales asociados a la mujer negra: una pañoleta (como la de Aunt Jemima) de quien cuida a los niños de las familias blancas y la voluptuosidad sexual.
El trabajo de Walker es poderoso e invita a un sinnúmero de reflexiones. De la historia de la esclavitud y el comercio, a la violencia sexual y racial en la historia de los Estados Unidos. El título en inglés A subtlety, (una sutileza), hace referencia a pequeñas esculturas de azúcar que eran artículos de lujo para la aristocracia europea en la edad media. El azúcar dejó de serlo en gran parte debido a la explotación de esclavos negros. “El azúcar está manchada de sangre” ha dicho Walker.
El camino que antecede a la escultura cuenta con 13 figuritas de niños color melaza, que Walker modeló a partir de figuras que reproducen estereotipos racistas que compró en Amazon y que se hacen en China.
Últimas publicaciones
- El Carnaval de Tenerife y la representación simplista de África
- A propósito de las elecciones en Estados Unidos
- Y tú, ¿por qué no ayudas a Cuba?
- La Dana y la construcción mediática del racismo
- Demostrarle a la patria el valor de la migrante
La exposición coincide además con la publicación de un informe demoledor que concluye que Nueva York, sin duda una de las ciudades más diversas de todo el país, sigue teniendo unos índices muy elevados de segregación racial. Según este estudio, la mitad de los niños negros y latinos va a escuelas sin apenas blancos.
Walker es conocida por sus trabajos sobre género, raza e identidad. Algunas de las exposiciones de Walker se han mostrado en el Museo del Apartheid en Johannesburgo, The Renaissance Society en Chicago, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el San Francisco Museum of Modern Art, el Walker Art Center en Minneapolis, el Museo de Arte Moderno de Fort Worth, y el Museo de Arte Contemporáneo de Chicago. En 2007, Walker fue incluida entre las 100 personas más influyentes por la revista Time en el mundo, dentro del mundo del arte, en una lista escrita por la también artista Barbara Kruger.
Kara Walker que tiene una larga historia de trabajos es admirada y valorada en casi todo el mundo, pero no ha estado exenta de críticas, incluso de compañeros artistas afroamericanos como ella. Quizás las más dolorosas y más injustas.
De lo que no hay lugar a dudas es que si la misión de un creador, hoy más que nunca, es provocar una reacción en el espectador, sea cual sea esta, sin duda esta Afrofémina lo ha conseguido.