Afroféminas

No sin mi afro

Mi nombre es Mariela Nuñez tengo 33 años y soy originaria de República Dominicana; mis padres biológicos son los dos de allí. Con un año aterricé en Madrid donde viviría hasta los 11 años con mi madre y mi padrasto ( al que siempre he considerado mi verdadero padre ). 

Nos mudamos a Barcelona por motivos laborales de mi padre y desde entonces vivo aquí; primero en pueblos pequeños del Maresme y desde los 20 en Barcelona ciudad.

Después de este pequeño resumen, podría decirse que soy más de aquí que de allí pero nunca sin olvidar mis orígenes. 

Es una mañana cualquiera de un día cualquiera de un mes cualquiera.

Recibo una llamada que he estado esperando durante años; me he preparado toda mi vida para una oportunidad y un momento como ese. 

Me citan para una entrevista en la empresa X para el puesto de trabajo soñado, para el me he preparado tanto académicamente como profesionalmente. Ha dejado de ser una mañana cualquiera en un día cualquiera en un mes cualquiera.

Mientras me arreglo en casa, camisa, pantalón oscuro, zapato de tacón y le doy mis últimos toques de espuma a mi afro, me pregunto si debería recogerme el pelo en un moño, dar una imagen más “occidental” como la mayoría describen ( erróneamente). Finalmente desisto de esta idea, porque al fin y al cabo me han llamado por mi currículum no por mi pelo, el cual había quedado escandalosamente perfecto. 

La entrevista con RRHH fue perfecta. Les parecí “casi” la mejor candidata para el puesto. 

 * Tengo que añadir que durante la entrevista, la persona que me entrevistó pasaba sus ojos de los míos al afro y así durante los 55 min que duró esta.

Salí de allí con buen sabor de boca, casi podía decir que el puesto era mío.

Por fin después de tanto esfuerzo iba a ser recompensada!.

Por la tarde me llamó la persona que me hizo la entrevista para comunicarme la estupenda noticia que había pasado a la siguiente fase. 

No podía creerlo! Nunca me habían dado de pasar a la siguiente fase.

Tras concretar los detalles con la persona al otro lado del teléfono ésta añadió una última sugerencia:

¿Qué quería decir con que era una persona clásica? ¿Le gustaban las pelis antiguas? ¿Escuchaba Beethoven? ¿Odiaba a los ebooks y prefería leer un libro en formato papel? ¿O simplemente era una persona racista con prejuicios como el 95% de las entrevistas que he realizado a lo largo de mi vida profesional?

No podía ( ni quería )creer lo que acaba de oír, pero tras años de encontrarme en la misma situación mi respuesta a la persona del otro lado del teléfono fue:

Acto seguido colgué. 

Volvió a ser una tarde cualquiera, en un día cualquiera, en un mes cualquiera.

*Ilustración de Meli Chaves @pericalijera



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