A la vuelta con las Leyes de Jim Crow a la española, Vox se estrena con la idea de segregar a niñas y niños migrantes no acompañados en la parada de autobuses de Hortaleza.
El partido político VOX, presenta una iniciativa a la Junta Municipal de Hortaleza, una propuesta para que el “Concejal Presidente inste al Área u Órgano competente, para que se tomen medidas ante la ocupación inapropiada de menores no acompañados de los bancos de espera de las paradas de autobuses de la EMT aledaño al Centro de MENAS.”
“Estas leyes fueron segregacionistas en Estados Unidos, se promulgaron a finales del siglo XIX, por las legislaturas estatales sureñas entre 1876 y 1965.”
(En este artículo recogemos parte del texto que se expone en la nota de la iniciativa para la sesión de Juntas Municipales de Distrito en la Oficina de destino de Madrid). Esperemos ver qué sucederá con este tema en unos días y sobre todo, será interesante observar cómo actuarán o qué contra-propuesta plantean los grupos progresistas para rebatir este despropósito.
En definitiva: proponen en Madrid una medida segregacionista que afectaría como hemos explicado en párrafos anteriores a los menores migrantes no acompañados, y que a menudo se les denomina “MENAS.” Como dice acertadamente Álex Grijelmo, en un artículo de El País;
“ninguna forma de las palabras que Constituyen la sigla de la que sale el neologismo trasmite por sí misma que se trata de personas.”
No supone ninguna novedad aseverar que la iniciativa de Vox ahonda en uno de los elementos que le dan sentido a su paso por las instituciones, esto es, el odio racial a los inmigrantes y la xenofobia exacerbada con los menores migrantes no acompañados.
Lo “MENA” es un marcador del racismo y nos recuerda que niñas y niños migrantes no merecen ser protegidos, ese es el marco político en el que estos impresentables de VOX toman la palabra y sitúan sus ideas de odio en el centro de nuestras vidas.
Al deshumanizar a los menores, se entra a valorarlos como desmerecedores de protección por la Ley del Menor, esto ocurre, al desposeerles de su categoría y su identidad principal. Pues bestializándolos dejan de ser niñas y niños, por eso se hace complicado, en un Estado racista imaginar estas infancias, ya que se arrinconan en los márgenes de la supervivencia, y la regla de tres para justificar la incapacidad de las propias administraciones en buscar soluciones, es directamente proporcional a la condición impuesta a los niños y niñas: si son escoria, no son personas.
La memoria colectiva es un potente indicador, que nos expresa, que por esta razón se puede perder la condición de infancia y traspasar la línea en nuestro comportamiento contra estos menores. Pues quedarse fuera, o al límite de los marcos legales es muy sencillo, y se justificará de esta manera su animalización para que nadie se espante moralmente por ello. La condición de desposesión es quedarse sin protección. Para entonces, ni la ley del menor por dejarles fuera de esta categoría, ni la de ningún tipo por deshumanizarles les acogerá.
Las leyes de Jim Crow, fueron leyes segregacionistas, como lo es esta propuesta hecha por Vox, que se debatía hoy, día 21 de noviembre, del año 2024. En EE.UU, negaban derechos e invisibilizaban la humanidad de las personas negras. No podemos caer en esta artimaña. De manera específica y general, necesitamos un Estado y una sociedad que reconozca que el racismo, el antigitanismo y la xenofobia en España son una realidad y hay que habilitar medios para combatirla.
De Irene Morgan a Rosa Park, y después de tantas luchas contra el racismo, no existe otra fórmula que seguir tejiendo estrategias con la sociedad en su conjunto para no detener la proyección antirracista, aunque actualmente, parece más un sueño que una realidad sobre todo, si se trata de racismo institucional. Debemos seguir en la lucha porque nuestras infancias racializadas se deshumanizan continuamente como el ejercicio de un potente operador del racismo que hunde sus raíces en las estructuras del propio Estado y en todos los ámbitos sociales.
Esta discriminación racial se combate entre otras cosas con recursos. Hay que admitir que la historia no se puede leer desde la puerta trasera del tiempo. El pasado y presente pueden conciliarnos sobre todo, cuando generamos marcos de “Reparación” acorde con el daño infringido. Hemos tenido suficientes ejemplos en nuestro país de situaciones similares a las que están atravesando los menores no acompañados, para acumular suficiente inteligencia colectiva, y poder resolver las dificultades de abandono en las que se encuentran estos niños y niñas.
La presencia en las instituciones de un partido racista y xenófobo como Vox ha logrado una enorme ventaja en la batalla cultural. Adelanta a moderados y a progresistas tanto a la izquierda, como a la derecha, todo ello para apoderarse de métodos de reivindicación, absolutamente modificados de forma perversa, patriotizando y apropiándose de una simbología que toma cariz ideológico con gran carga de una enorme violencia que nos hace callar en más de una ocasión. Si logran avanzar con estos ingredientes, ganarán todas las partidas aunque nos parezca indigno y no se trata solo de nuestros menores; toda la sociedad estará en peligro.
Rita Bosaho
Activista afrofeminista y defensora de DDHH.
Primera diputada negra en el parlamento español y Ex-Directora General para la Igualdad de Trato y Diversidad Étnico Racial en el Ministerio de Igualdad del Gobierno de España.