“The N-word” (negrata) se ha convertido en un término utilizado frecuentemente en la sociedad, no solo por parte de la comunidad negra en su afán de reclamarla, sino también por personas externas a ella, en su mayoría blancas, que han olvidado o desconocen la ofensiva alusión que guarda esta palabra.
Nigga, deriva de nigger, una palabra utilizada en Estados Unidos por los blancos para referirse a las personas esclavizadas durante la esclavitud hasta el siglo XIX. Ser n*igger en EEUU era un insulto racial que pretendía deshumanizar a los esclavos y estereotiparlos como ignorantes, sucios, vagos, asesinos…etc. Se empleaba como una distinción de inferioridad de los negros ante los blancos, el uso de este término los discriminaba, dando cabida a la existencia de una supremacia blanca en la que los blancos anulaban los derechos de las personas negras.
Tras la esclavitud negra en Estados Unidos muchos afroestadounidenses han continuado siendo discriminados con esta palabra durante años desde que eran muy pequeños. En el documental “The N Word” del año 2004 dirigido por Todd Larkins Williams, el actor Samuel L.Jackson explica cómo aprendió de esta palabra desde que era un recién nacido: “I was propably crawling the first time somebody called me nigga. Because I ́ve heard it all my life” (Probablemente estaba gateando la primera vez que alguien me llamó nigga. Porque lo llevo escuchando toda mi vida). Muchos actores/actrices y artistas afroamericanos cuentan que eran señalados/as o perseguidos/as después del colegio por otros niños y niñas que les repetían esta palabra utilizándola como un arma verbal contra ellos/as.
La pregunta es ¿por qué una palabra con una connotación tan ofensiva se sigue utilizando en la sociedad actual en canciones o en conversaciones?. La cultura del Hip-Hop desde los años 90 ha intentado redefinirla y darle un uso de privilegio para los que han sido oprimidos por ella. El debate de emplear esta palabra de manera frecuente en canciones que se convierten en éxitos mundiales recae en el uso que hacen las personas blancas de ella, viéndose la problemática de por qué no se les es permitido decir la palabra “N” a personas que no han sido oprimidas por ella, ya que en muchas ocasiones no es empleada de manera consciente y borra todo el contexto histórico que tiene la misma palabra.
La diferencia entre nigger y nigga solo reside en la evolución que esta última ha tenido pasando a ser un eufemismo. Algunos raperos negros han defendido que sus fans hagan uso de este término cuando canten sus canciones, pero más allá de los versos la palabra también es usada en conversaciones y a modo de jerga coloquial con la que cualquiera puede dirigirse a sus amigos o conocidos usándola fuera de contexto.
Prohibir esta palabra sería prohibir años de opresión en la historia, a pesar de partidarios a favor de su eliminación, a los que nos les reprocho su discurso en contra de emplear este término de manera indebida y sin tener en cuenta que han existido personas que fueron asesinadas escuchando esta palabra cómo la última antes de morir o existen personas actualmente a las que se les ha discriminado con ella. Es necesario educar y no olvidar de donde viene, la historia que guarda y por qué varias personas defienden que no se debe utilizar en cualquier contexto más allá que en el de
recordar su significado histórico.
A pesar del eufemismo en el que se ha convertido la palabra para las nuevas generaciones, es difícil suavizar o redefinir su significado negativo si las personas ajenas a la comunidad negra continúan empleándola con o sin consideración de las raíces a partir de las que se originó. Solo aquellos víctimas de ella van a poder suprimir su significado y no las personas opresoras que la crearon, aquellos que no están educados en su connotación, personas ajenas al colectivo, blancas o racistas.
Cynthia García
Periodista