El Día de la Cero Discriminación se celebra cada año el 1 de marzo. La discriminación hace referencia a cualquier acto o comportamiento que tiene por objeto o resultado la violación de los derechos humanos fundamentales que todas las personas disfrutan en pie de igualdad.
El derecho a la no discriminación implica que todas las personas reciban un trato digno: que se respete su dignidad humana, autonomía, privacidad y confidencialidad, y que se les garantice la ausencia de coacción y abuso en igualdad de condiciones.
Este año hacemos un llamamiento para que todo el mundo se haga sentir por la #cerodiscriminación. Individuos y comunidades pueden unir sus voces para transformar el mundo. El Día de la Cero Discriminación representa una oportunidad para recordar que todo el mundo puede tomar parte en la transformación e involucrarse para conseguir una sociedad igualitaria y justa.
Debemos recordar que la discriminación sigue minando los esfuerzos para conseguir un mundo más justo y equitativo y provoca dolor y sufrimiento a muchas personas. En el Día de la Cero Discriminación, hazte sentir y planta cara a la discriminación allí donde esté.
Toda persona tiene talentos y competencias que pueden enriquecer a las sociedades y fortalecer a las comunidades. Acoger y recibir con los brazos abiertos la diversidad en todas sus formas fortalece la cohesión social, lo cual beneficia a todos.
El Día de la Cero Discriminación es una gran oportunidad para unirse contra la discriminación y celebrar el derecho de todas las personas a vivir una vida plena y productiva con dignidad. Nadie debería ser discriminado debido a su género, identidad de género, raza, edad, discapacidad, origen étnico, orientación sexual, religión, lengua, condición médica o cualquier otro motivo.
PLANTANDO CARA A LA DISCRIMINACIÓN
La discriminación puede darse en cualquier lugar: en un centro de atención sanitaria, en el trabajo, en el colegio, en el hogar o en la comunidad. Además, la discriminación no solo afecta a individuos o grupos de personas discriminados, sino que nos hace daño a todos:
- Discriminar a las personas por motivos raciales causa sufrimiento individual y debilita la cohesión social.
- Limitar el acceso a la educación de las niñas y las mujeres jóvenes no solo les perjudica a ellas, sino que además evita que las sociedades se beneficien de una fuente de talentos más amplia.
- Estigmatizar a las personas que viven con el VIH hace que se sientan menos motivadas para someterse a pruebas y recibir una atención y un tratamiento sanitario que pueden salvarles la vida, e inhibe los esfuerzos para poner fin a la epidemia de sida.
- Todas las personas pueden tomar medidas para hacer frente a la discriminación y fomentar la aceptación: hacerse sentir y oír cuando algo está mal o alguien está siendo tratado de forma injusta, sensibilizar, apoyar a las personas que ya han sido discriminadas y fomentar los beneficios de la diversidad.
Fuente ONUSIDA