Querida hermana negra,
Cuando pienso en ti siempre me viene el recuerdo de una historia, ¡la historia de La Rosa Negra!
La rosa negra es de las más antiguas de este planeta, siempre vivió feliz hasta que fue descubierta. Pero ahora ya ni en primavera dejan que su rosal florezca, porque siempre aparece una inintencionada mano que va y corta su tallo y dentro de un jarrón la guarda para que ni su aroma de flor salga.
Cuando se juntan las flores ella siempre va dispuesta, para proponer que todas compartan el mismo jardín porque aunque son diferentes, todas son flores.Pero, en fin, la rosa blanca parece que acepta pero, no satisfecha, se acerca y la acecha y hasta en ocasiones sus largas espinas saca, sabiendo que con ellas la puede herir, pero no le da importancia.
Aún así, la rosa negra saca todas sus fuerzas porque sabe que busca florecer en tierra de mala hierba. Y va echando raíces fuertes para cortar la maleza. De tanto luchar se ha transformado, ya no es solo una rosa, es una rosa guerrera.
Y ahí anda por cada lugarcito del mundo creciendo, a veces sola y silvestre. Pero ella sabe que pronto llegará el día en que por cada pétalo que le arrancan, nuevas rosas nacerán y tendrán un tallo tan fuerte que no habrá mano que logre siquiera hacer su tallo doblar. Y sus raíces se expandirán creando una enredadera que se irá fortaleciendo silenciosa pero tan potentemente, que no existirá herramienta que logre arrancar su raíz de la faz de la tierra.
Y quiero decirte querida hermana, que cada vez que te miro, ¡veo crecer en tí esa rosa! Y aunque su historia no tuvo un final feliz, no importa, porque al igual que la rosa, yo sé que esta historia aún no llegó a su fin y que todavía queda mucho por escribir.
Regla M Junco
Además de estudiar y trabajar, Soy Negra y orgullosa de mis raíces a tiempo completo!
Delegada de Afroféminas en Euskadi.
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