Cada cultura crea una variedad de convenciones sociales, no obstante existe un principio general que atraviesa todas las reglas sociales del mundo, que estipula que siempre es mejor evitar hablar de fútbol, política o religión, en determinados ámbitos, por ser temas incómodos, conflictivos y sanguíneos, en los que es complejo ponerse acuerdo. Este tipo de premisa busca reducir cualquier tipo de conflicto entre los interlocutores.
En el caso de la República Dominicana, existen temas que generan mucha polémica, temas que no se pueden debatir objetivamente, entre estos tópicos se encuentran, el racismo, la homosexualidad o diversidad sexual, la discriminación, el aborto etcétera. Debatir estos temas con opiniones a favor o en contra siempre desencadenara en pleito, donde se perderá la compostura, no se argumentará en contra, sino que se atacara al que opina con cuestiones personales, en vez de refutar su opinión.
Pero no hablar de esos temas, para preservar la paz social, no hace que esa problemática desaparezca, no hablar sobre estos temas no minimizan su existencia.
Partamos de la base que hay racismo en todas partes. El racismo, la xenofobia, la homofobia, de alguna manera pueden llegar a formar parte de la construcción social de cualquier país.
Entonces pregunto: ¿por qué es tan difícil hablar de racismo en República Dominicana?Porque es difícil hablar del racismo en sociedades donde se niega hipócritamente su existencia, donde se cree que negar que existen actitudes racistas, la vuelve una sociedad menos racista, donde hablar de la existencia de racismo puede llegar a ser considerado una forma de victimización.
Si de hostigamiento racial se trata, el joven campeón olímpico de taekwondo Luisito Pié lo ha sentido en carne propia, hijo de padres haitianos, es el dueño de una de las seis medallas olímpicas que obtuvo el país, en las olimpiadas de Río de Janeiro en el 2016, aunque nació en territorio dominicano, eso poco le ha servido, atendiendo a que sobre su figura recaen comentarios negativos, debido a sus raíces, incluso sus medallas han encontrado un pastel dividido en la celebración, unos, los más, lo aúpan, los menos, lo minimizan. Es tan evidente esta situación que el mismo Luisito Pie, ha manifestado “He sido discriminado en mi país, he recibido tantas cosas negativas, pero las positivas las han superado…”
Este tipo de fenómenos sociales ocurren en el ámbito de una sociedad determinada y son aceptados como naturales a ella; como producto de esa cultura, quienes la integran, en su mayoría, tienen una mirada sesgada de la realidad, pero no pueden desconocer el valor negativo del racismo, y prefieren mirar hacia otro lado, evitar el problema, silenciándolo y convirtiéndose poco a poco en una sociedad negacionista, que va a encontrar una obvia resistencia al cambio, porque no se puede cambiar algo que no se reconoce como un problema estructural de la sociedad, por eso es tan difícil dialogar sobre este tema, porque la sociedad dominicana prefiere vivir en la confortabilidad que le proporciona la ceguera absoluta ante una verdad indudable.
El negacionísmo grupal predominante en República Dominicana tiene que ver con la construcción de la identidad dominicana sobre la base de los parámetros colonialistas, que prevalecen hasta la actualidad. En los cimientos de nuestra identidad tiene mayor relevancia lo hispano, lo europeo, lo blanco, que se superpone sobre lo negro, lo africano, lo que vulgarmente se asimila a lo haitiano. Es un hecho muy conocido por antropólogos y sociólogos que cuando una persona tiene que definir su identidad, en general, elige la identidad asociada a la comunidad de más prestigio social. Este fenómeno explica por que muchos mulatos se consideran blancos, y muchos negros, mulatos.
Esta confusión entre etnia y cultura provoca que muchos dominicanos no puedan hablar sobre el tema del racismo con objetividad, porque se ha construido la identidad desde la cultura dominante (colonialista), y no desde la cultura mixta: española, africana y taina.
La construcción social a lo largo del tiempo ha producido un desajuste entre la sociedad y la identidad nacional, un hecho que fomenta el racismo de manera indirecta al fusionar dominicanidad con hispanidad, rechazando nuestras raíces africanas, creando un modelo social segregacionista, que reproduce de manera subjetiva el racismo actitudinal, el resultado de esta mentalidad es la invención del color indio (que viene siendo la mezcla entre el conquistador y los negros africanos), en vez de mulato, a ningún mulato se lo identifica como tal, es decir que a los mulatos se le denomina como: moreno, morenito, moreno lavadito, moreno claro, jabao (1), después están trigueños y blancos.
Lo que se acepta por imposición muy pocas veces se cuestiona, y más cuando en el imaginario colectivo de la sociedad dominicana los únicos negros son los haitianos, por ende cuando se plantea el tema del racismo en forma de debate constructivo, automáticamente se pone en tela de juicio el patriotismo y la identidad de aquel que lo propone, de modo que resulta más fácil odiar al país vecino y a su gente que criticar un problema que afecta a la mayoría de los dominicanos que intentan ser más patriotas alejándose de todo lo que representa Haití en el imaginario colectivo: negritud, pobreza, atraso, incultura, vudú, brujería, etc.
En este orden de ideas resulta difícil, que una sociedad negacionista como la nuestra acepte la idea mínimanente de debatir abiertamente y con objetividad la problemática social generada por la discriminación racial, en palabras del propio Luisito Pie, República Dominicana no es un país racista, sino con hombres racistas. No es la patria. Por eso siempre defiendo mi patria que no es un país racista, pero trato de expresar, trato de concienciar a esos que sí lo son. Creo, considero, que están ensuciando la patria”.
Cuando hablamos de cultura también hablamos de problemas sociales, por ende, paso a hacer una pequeña observación: en este articulo no me refiero a la crisis migratoria existente en el país que deja en evidencia la negligencia de nuestra seguridad nacional y la aplicación de nuestras leyes. En este texto busca hablar objetivamente de algo que vivimos a diario relacionado con nuestro estado de negación hacia lo negro, podemos evidenciar eso es en nuestras actitudes, basadas en creencias que se vuelven costumbres, como es costumbre por ejemplo alisarse el cabello a las niñas a temprana edad, con la excusa de que es más manejable. Se cree que en el refinamiento de la raza por el solo hecho de estar en pareja con alguien con facciones blancas, y si es caucásica mejor. A mí se me ha dicho que no soy negra, porque no tengo el pelo “malo” es decir tan crespo, y que mi nariz no es tan ancha, donde muchas mujeres tienen que lacearse el pelo para poder ser aceptada laboralmente; las publicidades y medios de comunicación no muestra la representación social de la población, donde somos mayormente mulatos y negros. En este texto estoy hablando como se ha creado una estructura que funciona y se alimenta de la negación, la cual hace imposible hablar con objetividad del tema expuesto.
Para solucionar un problema en la sociedad primero se debe visibilizar en palabras del escritor griego, Nikos Kazantzakis »Ya que no podemos cambiar la realidad, cambiemos los ojos con que vemos la realidad» y esto solo se logra a través de diálogo constructivo, despojando el tema de nacionalidades y prejuicios; después es necesario elaborar políticas publicas nacionales que ayuden a combatir toda forma de discriminación, solo así lograremos una sociedad diversa e igualitaria, partiendo del hecho que la única convención social que hace fácil la convivencia es el respeto.
(1) Jabao es la persona de piel y ojos claros y pelo rizado castaño o rubio, la descripción se ajusta a la definición del término colorismo.
https://www.diariolibre.com/deportes/olimpismo/luisito-pie-sobre-el-racismo-he-sido-discriminado-en-mi-pais-FN9539546 Link del Articulo donde el Atleta Dominicano Luisito Pie, habla sobre racismo y discriminación existente en República Dominicana.
Melina Schweizer
Domicana y Argentina. Estudiante de Periodismo en la Universidad Argentina John F. KENNEDY , ACTRIZ