Seremos muy persistentes en discrepar con la izquierda occidentalocéntrica y sus movimientos socio-políticos universales, como el marxismo o el feminismo. Seremos persistentes para que los miembros de nuestras comunidades no sean afectadxs por la alienación: ser blanco/a es una construcción social y política de la persona y sociedad occidentales. Dicha construcción es de origen colonial imperial y promovida por la mayoría institucional a partir de año 1550 d.C. […]
»No existe «civilización occidental» antes de la expansión colonial europea. La «modernidad» es la civilización que se crea a partir de la expansión colonial europea en 1492 y que se produce en la relación de dominación de «Occidente» sobre «no-Occidente» (Ramón Grosfoguel)».
El problema surge cuando la epistemología de las ciencias sociales occidentalocéntricas atribuyen el origen de la primera civilización mundial (km.t., conocida occidentalmente como el antiguo Egipto) al hombre blanco, invisibilizando a autores/as africanos/as que previamente ya habían originado, demostrado y desarrollado teorías y hechos, tales como Cheikh Anta Diop, Téophile Obenga o Joseph Ki-Zerbo, entre otros/as.
Ver video Vs artículo
https://www.youtube.com/watch?v=c-wyBXnYgXI
http://www.mirror.co.uk/news/weird-news/ancient-egyptians-were-more-european-10530527
En el caso particular de los imperialismos occidentales, la «civilización occidental» se asume como superior. La mayor parte de estas definiciones privilegian elementos culturalistas y/o de conocimientos científicos/tecnológicos para justificarse como «civilización superior» en un sistema-mundo donde la expansión colonial europea ha destruido todas las otras civilizaciones (Cesaire 1950; Grosfoguel 2013b)
DEFINICIÓN DEL RACISMO
Mucha gente continúa definiendo el racismo como lo hace la RAE: »Exacerbación del sentido racial de un grupo étnico que suele motivar la discriminación o persecución de otro u otros con los que convive”.
Aun teniendo dos definiciones, hay una tendencia general de realzar la primera e ignorar la segunda, entendida esta como “ideología o doctrina política basada en el racismo’.’
Sin embargo, desde frentes políticos del sur global, ya lo definieron como ideología política. Sujetos políticos como Frantz Fanon, Angela Davis, etc. teorizaron al respecto. Hoy día, en el siglo XXI, se está rescatando el pensamiento crítico de estas/os militantes. Adjunto aquí un vídeo de una formación universitaria sobre el racismo, desde un punto de vista “fanoniano”, bajo la definición del propio Fanon.
https://www.youtube.com/watch?v=borTndxD_lk
https://www.youtube.com/watch?v=3pHsWO_xOWk
»El racismo es un principio organizador o una lógica estructurante de todas las estructuras sociales y relaciones de dominación de la modernidad. El racismo es un principio constitutivo que organiza, desde adentro, todas las relaciones de dominación de la modernidad, desde la división internacional del trabajo hasta las jerarquías epistémicas, sexuales, de género, religiosas, pedagógicas o médicas, junto con las identidades y subjetividades, de tal manera que divide todo entre las formas y seres superiores (civilizados, hiperhumanizados, etc., que están arriba de la línea de lo humano) y otras formas y seres inferiores (salvajes, bárbaros, deshumanizados, etc. que están debajo de la línea de lo humano)”. Ramón Grosfoguel.
Todas estas conclusiones no son nuevas de los académicos de hoy día. Todo este pensamiento crítico ya fue construido por pensadores/as mucho antes de que estos estos académicos/as nacieran… Cualquiera que investigue la memoria histórica entre África-Europa en profundidad, llegará a las mismas conclusiones. Lo que a mí me interesa realzar son las relaciones de poder existentes y cómo opera ese principio organizador en los estados-nación. concretamente, en el Estado español.
Es por eso que expongo tres esquemas: La imagen de la teoría del iceberg, describiendo algunas relaciones de dominación/opresión, las relaciones de poder en la racialización/jerarquización racial y por último, cómo opera el racismo de manera estructural en el contexto español.
Dichas relaciones de dominación mantienen estructuras múltiples: mediante dinámicas de poder es como la mayoría hegemónica aplica estas relaciones. Es sabido que existen jerarquías sociales donde la mayoría blanca insta al individuo de ascendencia no-española a »integrarse» para ser/formar parte de la mayoría. El sujeto colonizado tiene que abandonar su singularidad y así ser mejor aceptado en la sociedad e integrado en el sistema, siendo así como los africanos/as, afrodescendientes, personas negras son vistas como »ciudadanos de segunda”, son infantilizados, dependientes y en posición subalterna. Poderes económicos, dueños de los medios de comunicación, se encargan de implantar estereotipos, ideas preconcebidas y prejuicios al respecto.
»Los afroespañoles seguimos sintiéndonos extranjeros y extranjeras en nuestro propio país. Aportamos una contribución importante a la vida económica, social, científica y cultural de España, pero la educación formal no proporciona información sobre nuestra aportación en la construcción de la sociedad española. Tampoco sobre la responsabilidad de España en los crímenes del colonialismo y la esclavitud. Al contrario, el sistema educativo constituye uno de los mecanismos a través de los cuales se fomentan estereotipos negativos hacia las personas de ascendencia africana, y esos estereotipos afectan a la identidad de los menores”.
»La situación de los migrantes africanos es todavía más complicada. He atendido a muchas personas que han visto empeorar su situación de exclusión debido al racismo institucional: mujeres víctimas de violencia sexual que no denuncian por miedo a la deportación, jóvenes que no tienen derecho a la educación superior, enfermos excluidos del sistema sanitario y un largo etcétera de personas rechazadas por no tener permiso de residencia […]». Isabelle Mamadou
https://elpais.com/elpais/2017/02/02/africa_no_es_un_pais/1486050288_664015.html
»No queremos que nadie nos dé una botella de agua, ni un bocadillo de tortilla…lo que queremos es tener la libertad de movimiento, la libertad de poder trabajar”. Daouda Dieye
NO EXISTE EL RACISMO INVERSO
En España no existe dicho racismo. El simple hecho de decir »inverso» es afirmar que el racismo principal es el ejercido por la mayoría hegemónica mediante relaciones de dominación que inferiorizan las existencias de sujetos y colectivos que no corresponden a una »identidad determinada». No existe una mayoría “negra” en el poder capaz de imponer estereotipos, ideas preconcebidas y prejuicios hacia la mayoría social blanca.
Hay quienes formulan que el significado de racismo es la suma de »prejuicio + poder» determinando así el prejuicio de una mayoría social e institucional más la superioridad de poder que tienen frente a las minorías para ejercer opresión […]
En España no existe una mayoría social e institucional africana/afrodescendiente/’negra” que aplique relaciones de dominación hacia la mayoría hegemónica. Esto no es (sólo) una cuestión de casos individuales en la sociedad, sino de aspectos a nivel macro y estructurales de origen político.
He aquí un ejemplo en una de las famosas escenas de la película »Dear White People».
Relativizar sobre racismo es muy característico de la mayoría en poder. En algunas ocasiones lo hacen por desconocimiento y en otras, por eludir su responsabilidad en este asunto. Invito a ver en este programa cómo Jane Elliot, una profesora norteamericana, deja claro cuál es el origen de esta infraestructura.
El racismo es un problema estructural y originario del poder hegemónico. Por lo tanto, es responsabilidad de la gente »blanca» ser intolerantes ante él, cuando su familiar, su vecino, su compañero de trabajo u otra persona de su entorno actúé de manera racista. Es responsabilidad de las instituciones el que no haya indicios de racismo en el sistema educativo, mercado laboral, etc. Ser diverso debería ser un derecho y es inconcebible que se intente »homogenizar» fronteras y cuerpos mediante prácticas coloniales. La humanidad no se debe construir borrando a unos/as en provecho de otros/as.
Hoy día estamos en el Decenio de la Afrodescendencia Mundial, pero apenas se promueve en España… A pesar de la invisibilidad, la comunidad afro en España está creciendo. Ser español y de origen diverso es un derecho y aunque haya muchas personas blancas que ven la multiculturalidad dentro de la normalidad, falta voluntad política para incluirla plenamente. Todavía falta para que se consolide una sociedad civil políticamente activa, pero tiempo al tiempo… lo que no cambie por evolución, lo hará por revolución.