El pasado día 17 de diciembre, el conocido Chef televisivo Alberto Chicote despedía temporada de su programa «Te lo vas comer?» con un capítulo dedicado a los restaurantes chinos.
Después de una breve encuesta en la calle, el presentador del programa se dirige a varios restaurantes en Madrid en los que ha hizo diferentes pedidos para ver en qué condiciones llega la comida. Tras no encontrar el primero de ellos, presuntamente ubicado en una zona residencial de Madrid, la búsqueda sigue igual de infructuosa con el resto. La dirección del segundo ni siquiera parece existir, y en la del tercero, que coincide con la del cuarto, se encuentra un local cerrado. Se mostraron diversos restaurantes chinos con muy malas condiciones sanitarias e incluso acude acompañado por la policía a uno en Zaragoza para clausurarlo.
El programa fue record de audiencia de la temporada. No es de extrañar, ya que el chef puso en su guiso televisivo alguno de los ingredientes que más gustan en relación a la comunidad china en este país: prejuicios, racismo y medias verdades.
Para quien no lo conozca, Chicote es un personaje muy popular que con un programa anterior (Pesadilla en la cocina) intentaba reflotar restaurantes en la ruina, por mala gestión, mala comida o mala suerte. Era puro show televisivo, falso y previsible, donde el cocinero, con su actitud bronca animaba la audiencia, además de provocar a los propietarios en busca de peleas que salieran en pantalla para subir el share. Al final conseguía, como una suerte de caballero andante gastronómico, salvar en el último momento a los negocios ruinosos, con lavado de cara del local incluido.
Pero vayamos al programa que nos ocupa.
El Chef estuvo haciendo promoción toda la semana y calentando el ambiente diciendo cosas como que lo que se había encontrado en los restaurantes chinos “era como la matanza de Texas”. Está claro lo que se buscaba.
La tienda de Afroféminas
Y a pesar de las tímidas frases finales de “todos no son iguales” y la presencia (mínima) de algún cocinero chino que cumplía las condiciones, el objetivo estaba cumplido. El programa se centró en lo negativo, porque sabían que es lo que vende. No les importó estigmatizar a todo un colectivo enorme, confirmando así los rumores, en un momento donde la hostelería (también la china) lo está pasando terriblemente mal.
Lo que hizo Chicote y Atres Media, emitiendo ese programa (grabado a primeros de 2020 por cierto) es un acto racista. Señalaron a una comunidad, frágil y víctima de ataques constantes, dando la puntilla a un sector tremendamente importante para ellos, ya que gran parte de los chinos que viven en España sigue dedicándose a la hostelería.
Se que para el privilegio es difícil de entender. Se dirá que beneficia a los restaurantes que sí cumplen mostrando a los que lo hacen mal. Este error es muy común dentro del privilegio blanco, ya que es incapaz de ver cómo funcionan los prejuicios racistas. Cuando se señala a un miembro de una comunidad racializada, las consecuencias las soportan toda la comunidad. Los rumanos son…los africanos hacen…los ecuatorianos tal cosa…
No se trata de no denunciar las malas prácticas. Se trata de tener responsabilidad al manejar el privilegio, que es lo que no hicieron ni Chicote ni La Sexta. Han azuzado irresponsablemente los prejuicios, (solo hay que ver Twitter y lo que corrió por la redes con el hashtag #comerchino) y han señalado a las hostelería china en plena crisis pandémica.
Lo que resulta vomitivo es el alarde de audiencia, la impudicia de una cadena que se dice progresista y la falta de escrúpulos del presentador. A mi personalmente Chicote me parece un producto falso, una moneda de papel del Monopoli, que hace de showman televisivo, a pesar de que resulte tan poco creíble como sus programas.
Pero el daño ya está hecho a la comunidad china y costará tiempo recuperar lo perdido.
*Como consejo personal diré para quien quiera saber más de comunidad china puede leer «Arroz tres delicias» de Putochinomaricon o las novelas gráficas de «Gazpacho afridulce» . La realidad chioespañola contada por ellos mismos.
Elvira Swartch Lorenzo
Colaboradora habitual en Afroféminas. He trabajado de todo. Hija de migrantes afrocolombianos.