Afroféminas

Comunicado de Afroféminas por el 8 de marzo 2020

Queridas hermanas, aliadas y compañeras

Volvemos a fijar nuestra posición en torno a la fecha del 8M por responsabilidad y por coherencia. 

En 2018 dimos un paso adelante para no secundar la Huelga Feminista. No fue una decisión sencilla de tomar. Muchas voces nos acusaron de traición al feminismo. Otras muchas sintieron que había una voz que las representaba y decía las cosas que ellas no se atrevían a decir.

Hemos seguido desde entonces teniendo la misma posición en torno a la herramienta de la huelga (que este año no se convoca), ya que la consideramos inútil para la racialidad en el contexto español/europeo. Las mujeres negras y racializadas estamos en los escalones más bajos de esta sociedad, y enfrentamos un racismo que, hoy por hoy, estamos muy lejos de superar.

Creemos humildemente que nuestra posición ha servido para que hoy el feminismo se plantee las reivindicaciones de las mujeres racializadas y esté comenzando a revisarse a sí mismo, sobre todo los sectores más dinámicos.

Somos feministas, feministas negras. Siempre nos sentiremos cerca de esas mujeres que levantan su voz contra el patriarcado. Son nuestras aliadas. A pesar de las manipulaciones, nunca nos opusimos a las jornadas reivindicativas del 8M y animamos sinceramente a todas las mujeres negras y racializadas que lo deseen a acudir a ellas si sienten que ese es su sitio. Afroféminas lo que decidió y decide hoy, es no poner su logo, su imagen y su nombre en ningún cartel, pancarta o manifestación de ese día.

Hemos avanzado desde 2018 y las mujeres y hombres racializades van consiguiendo pequeñas victorias, muy importantes para el colectivo, como el nombramiento de Rita Bosaho en la Dirección General para la igualdad de trato y diversidad étnico racial con rectificación gubernamental incluida. Para nosotras es una prueba de que la sensibilidad está cambiando.

Pero hoy nuestra posición se reafirma porque en el colectivo feminista se siguen produciendo dinámicas discriminatorias que hacen imposible nuestra participación. 

Nosotras mismas, hace unos meses, fuimos víctimas de un ataque organizado por sectores del feminismo al no querer tomar posición oficial en el asunto de el abolicionismo/ regulacionismo en torno a la prostitución. A pesar de explicar nuestras razones, el ataque coordinado por algunas personas influyentes en el feminismo blanco, sacó a la luz toda la crudeza de un grupo que nos calificó de proxenetas. La virulencia de las agresiones de estos sectores del feminismo en torno a este tema no tiene nada que ver con la sororidad.

En las últimas fechas vemos la misma agresividad y beligerancia contra las mujeres trans. Personas que encabezarán esas manifestaciones hablan de lobby trans, y transmiten el mensaje de que estas mujeres no son bienvenidas, el mensaje de que no son mujeres.

¿Cómo podemos marchar junto a esas personas?

Estas son nuestras razones. Nosotras no pedimos permiso, no necesitamos permiso.

Nos encontramos en el camino.


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