Hoy compartimos una entrevista a Emilia Valencia, representante legal de Amafrocol (Asociación de Mujeres Afrocolombianas) y organizadora de «Tejiendo Esperanzas», un evento pensado por y para las comunidades negras de Colombia que anualmente convergen en este espacio de disertación alrededor del cabello afro, natural y sobretodo las trenzas. Este evento se ha logrado posicionar cultural y políticamente en el país convirtiéndose en un referente importante al abordar el trenzado afro y sus aportes históricos a la libertad de nuestros ancestros esclavizados. Emilia Valencia habló con Afroféminas Colombia y nos contó los inicios de Amafrocol y los alcances de «Tejiendo Esperanzas». El evento se desarrolló el presente año en la ciudad de Cali, Colombia los días 16 y 17 de mayo y Afroféminas Colombia hizo un cubrimiento especial para llevar detalles de este evento a nuestras lectores. Emilia Valencia es licenciada en lenguas extranjeras, magister en didáctica francesa.
Afroféminas.: ¿A raíz de que hechos surge Amafrocol?
Emilia Valencia.: Debido a que un grupo de amigas nos reuníamos siempre para compartir en fechas especiales como cumpleaños, días de madre, padre, etc., estos espacios se convirtieron también en la oportunidad para tratar diferentes temas que nos afectaban como mujeres, como negras y como las de menos oportunidades frente a las mestizas. Hablábamos de cómo nos molestaba el racimo lingüístico de los medios, el que nos persiguieran empleado de un almacén cuando entrábamos a comprar, de la irresponsabilidad y la sinvergüenzura de los hombres, la estigmatización a la cual estábamos sometidas, la negligencia de la justicia frente a nuestras denuncias… en fin, yo remitía a mis compañeras donde dos amigas según el caso: una funcionaría del ICBF y otra de la fiscalía, y así trataba de ayudarlas a solucionar algunos problemas.
Así las cosas, les propuse organizarnos porque consideré que era lo mejor para poder defendernos, apoyarnos y avanzar en la conquista de nuestros derechos.
A.: ¿Cuáles han sido los principales logros alcanzados desde sus inicios y cuáles los retos más difíciles a los que se han enfrentado como asociación afro?
EV.: Creo que el logro más importante, es que pese a las dificultades, a que muchas han llegado y se han ido, hemos logrado permanecer en el tiempo y hemos alcanzado reconocimiento y posicionamiento nacional e internacional
A.: ¿De dónde proviene la iniciativa de crear el encuentro de peinadoras y el concurso de peinados afro “tejiendo esperanza” en la ciudad de Cali? ¿Cuál ha sido su evolución?
EV.: El encuentro Inició realmente en 1984, cuando propuse un concurso como una de las actividades en el marco de la celebración del 5° aniversario del Comité Pro Unión de la Colonia Chocoana en Cali, lo repetimos en el 85 y luego lo retomé con Amafrocol como en el 2004, y lo bauticé “Tejiendo esperanzas”, por lo que el ejercicio del trenzado significó para mis comienzos como estudiante en Univalle. Lo hice inicialmente con la ayuda de amigos que aportaron de $200.000 y había sólo dos categorías: peinadoras mayores y peinadoras juveniles. Después se fueron definiendo las categorías en peinados para mujeres, para niñas y para varones hasta llegar a lo que tenemos hoy. Supe entonces que se podía obtener apoyo institucional y apliqué a las entidades correspondientes que nunca dan lo que se necesita. A partir de la segunda versión, hemos tenido los conversatorios con las peinadoras que ya se convirtieron en foros con expert@s nacionales e internacionales. También se llevan a cabo talleres de autoestima, identidad y cultura afro con niñas, niños y jóvenes en zonas vulnerables de Cali, el Valle y otras zonas del país con población mayoritariamente negra, usando como pretexto los peinados o simplemente talleres de estética afro para que algunas mujeres aprendan un arte que les permita generar ingresos para sus familias.
A.: ¿Cuál ha sido el impacto a nivel de región y de país de este evento cultural?
EV.: Este trabajo se ha replicado en poblaciones como Andagoya e Istmina- Chocó, Arauca, Yumbo, Tuluá, Buenaventura incluyendo Juanchaco y Ladrilleros; San Andrés, Monterrey-Casanare y por supuesto San Basilio de Palenque. Hicimos un trabajo significativo en Quito, Ecuador con la Fundación Azúcar. Hay propuestas desde Uruguay y Chile en donde estuve en la versión pasada de Planeta rock, amén de que he compartido la experiencia en Cuba, en Panamá donde la tercera semana de mayo se celebra el día nacional de las trenzas y en Brasil en el evento “Latinidades”
“Tejiendo esperanzas”, constituye una de las estrategias más importantes para el fortalecimiento de la identidad étnica y cultural del pueblo negro en Colombia; ha sido el referente para la creación de comunidades de afrudas, chontudas, peliquietas y afro-rizadas que hoy por hoy, se reconocen como mujeres “hermosamente negras o negramente hermosas”
A.: Se ha pensado llevar este encuentro a otras ciudades del país, realizar un encuentro multi-ciudad para vincular otras regiones de Colombia.
EV.: Por supuesto, estamos en conversaciones con Carabantú de Medellín y desde Quibdó también nos lo están solicitando pero se requieren recursos que son bastante difíciles de conseguir. Con Malle y Pao, pensamos hacer algo grande en Bogotá que incluya otros componentes como lo que hicimos en Expopacífico afro 2011 en Buenaventura y en Istmina, en el lanzamiento del proyecto este año
A.: A partir de la creación de Amafrocol y el encuentro de peinadoras afro, ¿han logrado construir o participar en otros espacios donde el protagonista sea la cultura afrocolombiana?
EV.: Desde luego, he aquí algunos : en Villa Rica (Cauca), Palmira, Florida y Yumbo en las semanas de la Afrocolombianidad, Arauca: primer encuentro afroraucano”; Monterrey-Casanare: “Festival Colombia”; Tuluá-Valle: Día de las mujeres Negras afrocolombianas, raizales y Palenqueras; San Basilio de Palenque; “Festival de tambores” y Primer encuentro de peinadoras Caribe-Pacífico; Cali: celebraciones de la Afrocolombianidad y Festival Petronio Álvarez; Homenaje a los Santos Patronos del Pacífico organizado por el Museo religioso: Pre afro fest de Univalle, IIFestival de la marimba; Festival de la Ballena Yubarta en Juanchaco, Ladrilleros y la Barra en Buenaventura; Fiesta de las Mercedes en Istmina-Chocó, en donde con mi asesoría, se creó un evento similar, liderado por la profe Jenny angélica Valencia Murraín.
A.: ¿Es posible desde la estética asumir valores culturales y ancestrales propios, como forma de visibilización ante el mundo?
EV.: Es eso justamente lo que estoy tratando de trasmitir desde hace mucho utilizando como estrategia pedagógica los talleres de autoestima, identidad y cultura afro a través de los peinados, principalmente a niñas y niños negr@s de nuestras zonas olvidadas y estigmatizadas, para que no se avergüencen de su etnicidad y la acepten, teniendo además sus propios referentes estéticos, académicos, científicos, etc.
A.: ¿Cuál es la importancia del cabello en la cultura afro, porqué las organizaciones, las blogueras y las páginas de belleza hacen énfasis en rescatar su forma natural.?
EV.: Además de ser un componente estético de nuestro cuerpo, el cabello tiene además una función espiritual, y es una fuente de poder (¿recuerdan la historia de Sansón?). La forma como lo luces te imprime un estilo propio, te da personalidad y rompe con esquemas homogeneizantes: ¿se han fijado como lucen las azafatas vestidas y sobre todo, peinadas igualitas? ¡Qué pereza! En la diversidad está la riqueza: Un sancocho o una ensalada o un salpicón no serían lo mismo si no tuviesen ingredientes diversos.
Pero volviendo a nuestro cabello afro natural, la principal razón para incentivar su uso es la salud. Nosotras quienes ya tuvimos nuestros traumáticos encuentros con alisadora, planchas y demás elementos de tortura capilar, sabemos cuánto daño hacen estos no sólo al cabello, a la cabeza sino a la salud en general como lo explicó “con el alma” nuestro prestigioso y queridísimo Cirujano plástico, orgullo del pueblo negro, DIEGO VALENCIA LUCUMÍ, en el pasado foro “Nuestro cabello, nuestra resistencia”
Por otro lado, el lucir naturales nos permite reinventarnos cada día; es una forma de resistencia contra los modelos eurocentristas de belleza; es uno de los actos más libertarios y de autorreconocimiento, valoración, y aceptación de nuestra belleza y en suma, una apuesta política de reclamación de espacios y reivindicación de derechos desde nuestra diferencia étnica.
A.: Años atrás, la trenza sirvió como medio de liberación de los esclavos negros y se convirtió en un medio de comunicación entre los miembros de la comunidad afro. ¿En la actualidad se mantiene como forma de resistencia frente a cambios estéticos impuestos o hace parte de una tendencia (moda) global?
EV.: Como lo digo en el punto anterior, ahora es una muestra de orgullo negro y una forma de resistencia, ya lo dijimos en el foro: esperamos que no sólo sea moda porque el lucir nuestro cabello afro natural en cualquiera de las formas que su versatilidad lo permite, constituye la liberación de la carimba mental y de la esclavitud “desde la cabeza” que el colonialismo nos dejó.
Afroféminas Colombia