El pasado 27 de octubre, decenas de personas se reunieron frente al Centro de Emergencia, Acogida y Derivación de migrantes (CAED) en Alcalá de Henares, convocadas por la asociación Alcalá Acoge, en una vigilia de protesta por la muerte de Diallo Sissoko, un joven de 21 años de Mali que perdió la vida en este centro. Su fallecimiento, lejos de ser una tragedia aislada, se convierte en un símbolo doloroso de la indiferencia y la negligencia que sufren millas de migrantes en los centros de acogida de todo el estado.
Diversas organizaciones políticas y sociales, entre ellas Más Madrid Alcalá y el Centro Social 13 Rosas, se unieron a esta movilización para exigir lo que debería ser un derecho básico e innegociable: atención médica adecuada y dignidad para todos los migrantes que llegan en busca de refugio. y una oportunidad de vida. Sin embargo, la realidad es otra: el joven maliense, que llegó a las costas canarias en agosto, fue trasladado de inmediato al CAED de Alcalá, un centro sobrecargado, con más de 1.500 personas, donde su salud se deterioró sin recibir la atención médica urgente que necesitaba.
En las redes sociales, Alcalá Acoge agradeció el apoyo de las vecinas y vecinos, así como de las ex trabajadores del CAED que compartieron relatos estremecedores sobre la situación en estos centros, señalando graves irregularidades y falta de recursos básicos. No es la primera vez que se denuncia la pésima gestión en los CAED.
La organización también hizo una llamada a denunciar estas situaciones al defensor del pueblo y no dejar que el caso de Diallo Sissoko quede impune. Su muerte clama por justicia y representa una denuncia de la deshumanización que persiste en los sistemas de acogida. Es hora de que el gobierno y las autoridades responsables dejen de mirar hacia otro lado y garanticen que estos centros no se convertirán en trampas mortales para quienes llegan buscando una oportunidad.
Diallo Sissoko, llegó a las costas canarias el pasado mes de agosto y directamente fue trasladado a este centro que acoge ya a más de 1.500 migrantes en la localidad complutense. Allí ha encontrado la muerte.
Descansa en poder