A nivel global, las feministas negras estamos llevando a cabo un impactante trabajo en pro de los derechos humanos y la justicia social. En calidad de individuos que sufren de manera desproporcionada diversas injusticias sistémicas, las mujeres negras estamos proporcionando las respuestas que la sociedad necesita.
Históricamente y en la actualidad, las feministas negras (activistas como Marielle Franco, Audre Lorde, Angela Davis, las miembros del Combahee River Collective o Francia Márquez) siempre han impulsado movimientos de justicia social ampliando el análisis y profundizando la acción.
Las feministas negras aportamos una riqueza de experiencias vividas, saberes, perspectivas y soluciones a una amplia gama de cuestiones relevante. Estas cuestiones incluyen, entre otras, los derechos humanos, la equidad económica, la justicia de género, los derechos LGBTQI, la protección del territorio y la tierra, la lucha contra el cambio climático, así como los derechos civiles y políticos, por mencionar solo algunas. Además, hacemos un llamado a las feministas no afrodescendientes para que reflexionen sobre sus propios prejuicios y se comprometan en la lucha contra el racismo, el clasismo y la transfobia, con el fin de que el feminismo a nivel global sea verdaderamente inclusivo y englobe todos los movimientos críticos liderados por mujeres.
Los movimientos feministas negros carecen de recursos
El liderazgo feminista negro ha sido y sigue siendo una fuerza crucial para la justicia; sin embargo, a nivel mundial, los movimientos feministas negros carecemos de recursos. Y la situación es dramática.
Un estudio realizado por la Black Feminist Fund revela una preocupante ausencia de respaldo financiero. En 2018, el 81% de las organizaciones afrodescendientes de corte feminista informaban de que carecían de los recursos necesarios para alcanzar sus metas. Sorprendentemente, menos del 0.5% de los casi 70 mil millones de dólares donados por fundaciones a nivel mundial se asignan a proyectos dirigidos hacia mujeres, niñas y personas trans de ascendencia afrodescendiente. Para las activistas feministas negras, la insuficiencia de financiación se presenta como uno de los obstáculos más significativos en su trabajo.
Es imprescindible un cambio drástico en esta lamentable falta de financiación. No se puede permitir que las líderes afrodescendientes del movimiento feminista continuemos organizándonos con presupuestos insuficientes, especialmente cuando nuestras comunidades enfrentan amenazas como el autoritarismo, el racismo, la transfobia y el cambio climático. Cuando se pone el foco en la visión, el liderazgo y los movimientos de aquellos que están más afectados por la injusticia, incluyendo el liderazgo de las feministas negras, la democracia se fortalece, el planeta respira y todos salimos beneficiados.
Financiar los movimientos feministas negros
La aún no están llegando de manera significativa a los grupos feministas negros a nivel mundial, pero existen abundantes oportunidades para que los financiadores marquen una diferencia. Hay cientos de organizaciones feministas negras en decenas de países que realizan un trabajo innovador.
Os damos cuatro requisitos fundamentales para que la ayuda económica pueda respaldar de manera efectiva los movimientos liderados por feministas negras.
1. Eliminar los prejuicios racistas
Las feministas negras a menudo enfrentamos el racismo y la discriminación al buscar financiación. Las organizaciones filantrópicas deben descolonizar la filantropía y proporcionar educación antirracista en sus organizaciones, con el fin de identificar las causas fundamentales que impiden que sus fondos lleguen a los movimientos liderados por feministas negras. Este trabajo inicial es esencial, ya que prepara a las organizaciones para establecer una relación de confianza con las activistas feministas negras.
2. Conocernos
Los movimientos feministas negros somos multifacéticos: nos basamos en análisis interseccionales y descoloniales, estamos arraigados en historias comunitarias y nos centramos en el bienestar colectivo. Nuestros movimientos se centran en relaciones de confianza, entre activistas y entre activistas y financiadores. Muchos financiadores aún no tienen relaciones con grupos feministas negros y deben dedicar a construirlas.
3. Priorizar los recursos a largo plazo
Las organizaciones feministas negras requieren de recursos sostenibles y flexibles en todos los niveles, desde colectivos de base hasta redes transfronterizas. Esta diversidad en la financiación permitirá a las feministas negras fortalecer sus movimientos de acuerdo a sus propias necesidades y prioridades.
Los movimientos feministas negros necesitamos un apoyo a largo plazo en lugar de una financiación basada en proyectos de corta duración. Un panorama de financiación más amplio y generoso brindará diversas vías para que los recursos lleguen a los movimientos liderados por nosotras mismas. La necesidad de una financiación que empodere y ceda el control al liderazgo afrodescendiente es urgente. Es esencial proporcionar un apoyo central, flexible y de largo plazo directamente a grupos liderados por mujeres negras. Además, la creación de mecanismos de financiación específicos para la organización debe ser considerada como una prioridad.
4. Atreverse
En los últimos años, hemos visto a los financiadores comenzar a comprometer nuevos recursos para apoyar los movimientos feministas negros. Fomentemos este impulso.
Reconocemos que se trata de un objetivo ambicioso. Pero el cambio transformador sólo se produce cuando nos esforzamos. Hay que desmantelar los prejuicios individuales e institucionales y trabajar juntos para garantizar que se pongan a disposición de las organizaciones feministas negras los recursos generosos para liberar todo el poder de los movimientos liderados por nosotras.
No podemos lograr un cambio significativo sin que se invierta en el liderazgo feminista negro.
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