Al amanecer de este martes 28 de marzo, a alrededor de las 5 de la mañana en Madrid (España), el portero de la selección nacional peruana, Pedro Gallese, salió libre de la comisaría de Chamartín sin cargos después de haber prestado declaración sobre el episodio de violencia ocurrido con la policía española en el hotel de concentración, donde él y otros integrantes de la selección de Perú intentaron saludar a los hinchas que realizaba el tradicional ‘banderazo’.
La pelea y sus pormenores ha sido ampliamente comentada en los medios y no vamos a entrar en más detalles.
Lo que tratamos de denunciar ahora desde Afroféminas es lo evidente. Pedro Gallese es un hombre negro, es Peruano y por eso fue el el que acabó en comisaría.
Es una evidencia que nuestra policía es racista y que si hubiera tratado de un jugador de la selección alemana, ni en broma hubiera acabado en comisaría. Jamás un policía blanco español se hubiera atrevido a empujarle, jamás. Tampoco le hubiera pasado a los jugadores de baloncesto de la selección norteamericana. Pero Gallese representa para un policía blanco el escalón más bajo en su escala de valores: hombre negro del sur global.
La falta de decoro de las fuerzas policiales españoles, ya son motivo de vergüenza internacional. El tratamiento en los medios da pena, y la infamia de que un hombre negro acabase en comisaría por nada demuestra la violencia que se ejerce contra el hombre negro. Nada menos que un miembro de una selección nacional.
La vergüenza que produce todo este asunto debería hacer reflexionar al Ministerio del Interior.
Lo dudamos, Marlaska solo concibe a los negros en prisión, o muertos a los pies de una valla en Melilla.