Este sábado, en distintas ciudades de España, grupos comprometidos con el antirracismo se han unido para exigir un cambio real en la lucha contra el racismo y la discriminación. En Pamplona, la Plataforma Antirracista de Navarra lideró una manifestación en la que se demandó un compromiso genuino para combatir el racismo en todas sus formas. Mientras tanto, en Valencia, una concentración reunió a personas migrantes y defensoras de los derechos humanos para abogar por la igualdad de derechos y el reconocimiento de la dignidad de todas las personas, independientemente de su estatus migratorio.
En Pamplona, la manifestación, enmarcada en el Día Mundial contra el Racismo y la Xenofobia, destacó la importancia de enfrentar el racismo estructural, social e institucional. Con pancartas que proclamaban «Todos los derechos para todas las personas» y consignas como «Ninguna persona es ilegal», los participantes instaron al gobierno local y regional a abordar urgentemente la falta de plazas en albergues para personas migrantes y sin hogar. Además, exigieron la creación del Consejo Navarro para la Lucha contra el Racismo y la Xenofobia y un compromiso firme para combatir todas las formas de discriminación.
Por otro lado, en Valencia, la plaza del Ayuntamiento fue testigo de una protesta en la que se reclamaron derechos fundamentales para las personas migrantes y aquellas en situación administrativa irregular. La portavoz del Movimiento Estatal Regularización Ya enfatizó que esta lucha no es de un día, sino de todos los días del año, subrayando la necesidad de que estas personas sean consideradas ciudadanos de primera y tengan acceso a la educación, la sanidad, la vivienda y servicios bancarios. Se denunció enérgicamente la ley de Extranjería por perpetuar el racismo estructural e institucional que impide a las personas migrantes acceder a sus derechos básicos.
Ambas movilizaciones pusieron de relieve la necesidad imperiosa de abordar las injusticias sistémicas que perpetúan la discriminación racial y la exclusión social. Solo a través del compromiso continuo y la acción colectiva podemos construir una sociedad más justa e inclusiva para todas las personas, independientemente de su origen o estatus migratorio.
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