Hace unos días viendo videos, en una tarde cualquiera, conseguí algo muy llamativo en la web. Un video realizado con el mayor de los presupuestos para una marca mundialmente conocida, que abordaba los peinados extremos de cada década. Enseguida mi ceño fruncido se hizo presente, y en voz alta exclamé: ¡Ojalá que no coloquen el cabello afro como un peinado extremo! Respirando profundo para tomar así la decisión de ver este material, que parecía interesante, y en efecto lo era, hasta que la década de los 70’s se hizo presente, y la sudoración aumentó, los latidos también y por un momento no quise ver otra vez solo un arquetipo, y menos una muy mala representación del mismo.
Lo que aparecía en ese momento en pantalla no encajaba con el título, ni con ninguno de los otros peinados, y debo decir que solo tres personas negras aparecían en todo el video y sus looks supuestamente extremos eran: El peinado Conk típico de los hombres afroestadounidenses durante principios del siglo XX, Una platabanda estilo Príncipe Del Rap y el look afro de los 70’s que era representado por una chica con un cabello afro rizado con un estilo que fácilmente puede usarse a diario. De estas pocas representaciones, el peinado Conk reamente es el único que podría considerarse extremo, pues en primer lugar los hombres negros buscaban este estilo para poder adaptarse a un estilo más hegemónico, en momentos históricos complejos y durante las Leyes de Jim Crow, y desde la pasada década hasta nuestros días las mujeres con cabello afro natural, se siguen sometiendo a químicos para alisarse y realmente esto sí podría ser considerado un peinado extremo, pues los daños físicos que estos procedimientos causan y causaron en los últimos 20 años son realmente severos.
El verdadero problema con todo esto, por más simple que pueda ser considerado por personas no racializadas es como siempre…El trasfondo y las consecuencias:
Catalogar a las personas que naturalmente tienen cabello afro y sus estilos de peinado como extremos, cuando son peinados normalmente usados por la comunidad es algo que es bastante injusto, y más en una sociedad que todavía molesta a una niña de 5 o 6 años por ir al colegio con cabello natural o trenzas; en una sociedad donde estos peinados afro son sinónimo de actos delictivos para muchos oficiales de policía, que han llegado a matar basados en el prejuicio sin indicios de nada. CLASIFICAR nuestro cabello como «extremo» justifica las consecuencias extremas de la violencia, es por ello que es importante hacer un buen uso de nuestra imagen, como modelos, cantantes, actores, y representar mucho más que un arquetipo.