¿De dónde soy? ¿De dónde vengo?
Me molesta ver mi cédula de identidad pero aún así sentirme fuera de lugar.
¿Será que mis pies hubieran corrido por la hierba de Guinea o en Nigeria hubiera sentido mi palmar?
Tal vez Mali hubiera sido mi amiga o en Kenia me hubiera vuelto a enamorar.
¿Qué es lo que me asusta?
¿Qué es lo que me conmueve?
Veo el reloj y aun ni son las nueves.
¿De dónde vinieron mis antepasados?
¿A qué dioses adoraron?
¿Qué tan negra debo ser para que me tengas en tu mano?
Soy la “típica” negra que limpia bajo tus pies, soy esa chica que no quieres volver a ver.
La de la nariz grande y los ojos chiquititos.
Aquella que a veces no aguanta ni un poquito.
NECESITO MI IDENTIDAD
Muéstrame mi verdad.
Este color no viene de aquí, viene del sacrificio de aquellos que no vi morir.
Muéstrame bajo los sacrificios de sangre quien eres en verdad.
No busco a los espíritus, yo ya tengo mi Realidad.
Busco a los amigos de mis padres esos que danzaban por sus loas y sé que no se dejaban matar.
Pero ya tu sabes, al final todo termina siendo pensamientos del mas allá.
Perdón si te perdí, es solo que me siento tan mal.
Parece que la esclavitud de America termino llevándose quien soy en realidad.
Pregunto a mi madre y solo risas parecen ocupar.
Un pensamiento tan oscuro, tan alegre y tan real.
Soy la del afrito, esa que busca su lugar.
Sé que tengo un lugar en África y cómo te añoro.
Te añoro en verdad.
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