El encuentro de fútbol entre creadores de contenido de España y Francia, celebrado en el estadio Metropolitano de Madrid el pasado sábado, se vio empañado por un grave incidente de racismo que ha vuelto a encender las alarmas sobre el comportamiento de ciertos aficionados en eventos masivos. Durante la segunda mitad del partido, los jugadores franceses, liderados por Broky Brawks, detuvieron el juego tras señalar insultos racistas provenientes de un aficionado español, quien, además de proferir insultos, realizó gestos de mono hacia los jugadores visitantes.
El enfrentamiento, que congregó a casi 30.000 espectadores en el estadio y fue seguido por más de 1,4 millones de personas en plataformas como Twitch y YouTube, tuvo que ser interrumpido mientras se resolvía la situación. El agresor fue expulsado de las gradas inmediatamente después de ser identificado por los jugadores franceses. Tras unos minutos de conversación entre los capitanes de ambos equipos, y con el apoyo de Broky Brawks, la decisión fue continuar el partido, que terminó con la victoria española.
Este no es un caso aislado. Los incidentes de racismo en los estadios españoles, especialmente en el fútbol, han sido una problemática constante durante los últimos años. Figuras como Vinícius Júnior, del Real Madrid, han sido víctimas frecuentes de estos ataques racistas, lo que ha generado un debate sobre la necesidad de tomar medidas más estrictas para erradicar el racismo en el deporte.
El evento, que buscaba ser una celebración de la comunidad online, terminó siendo un triste recordatorio de que el racismo sigue siendo estando muy presente en los campos de fútbol españoles.