Afroféminas

Qué pasa con el Movimiento San isidro

Desde hace ya un tiempo, Cuba se está viendo envuelta en un estado de censura y criminalización  hacia el ámbito artístico y cultural llevando a los ciudadanos del país a sufrir tanto abusos policiales como un racismo institucional que se manifiesta abiertamente. Para entender esto hay que saber  qué es el Movimiento San Isidro y qué es lo que le ha sucedido últimamente a los ciudadanos,  especialmente afrodescendientes, del país.

Integrantes del MSI

Este movimiento surge en 2018 con una  campaña contra el decreto 349 firmado por el presidente Miguel Díaz-Canel, el cual enjuicia la  producción artística y cultural además de obligar a todo cubano a pedir permiso al ministerio de  cultura para hacer eventos tanto en espacios públicos como en su propia casa. Esta campaña  pacífica aglutinó a productores, periodistas, activistas y artistas independientes teniendo como  principales fundadores a Luis Manuel Otero,Yanelys Núñez, Amaury Pacheco, Iris Ruiz, SoandryMichel Matos, Sándor Pérez, Adonis Milán, los escritores Javier Moreno y Verónica Vega, el pintor  Yasser Castellanos y Tania Bruguera, entre otros, y presionó durante más de 6 meses al gobierno  para que dijera ante la televisión nacional que esto no se aplicaría en espacios alegales como  estudios artísticos. Sin embargo, nunca ocurrió, aunque el ministro de cultura dijera que iba a  redactar unas normas complementarias. 

Es por eso que decidieron redactar el manifiesto de San  Isidro. En este manifiesto hay un compromiso de realizar acciones socioculturales encaminadas a  defender los derechos culturales, movilizar mayores aperturas y ampliar el horizonte de la libertad  en Cuba donde siempre ha estado bastante limitado. Es de gran importancia saber que el nombre del movimiento no es casualidad. El origen de este viene de meses antes de redactar el manifiesto pues  se organizó un concierto que acabó siendo reprimido por la policía. Dicho suceso ocurrio en el  barrio de San Isidro, un barrio marginal y negro de La Habana Vieja, el cual salió a defender a los  artístas. 

Gracias a las redes sociales este movimiento ha conseguido ampliación, visibilidad y  seguridad ya que si el discurso es transparente y visible hay menos posibilidades de que sea  manipulado. Ha sido tal el impacto social que ha hecho que el gobierno cubano no aparte la mirada  y es por esa razón que el nivel de acoso y las detenciones arbitrarias han aumentado notablemente.  La raza y la clase son factores importantes para la rabia que ha tomado el gobierno porque ahora  mismo teme del empoderamiento que están adquiriendo los más perjudicados como son los  afrodescendientes y las comunidades más pobres, pues ellos conocen de primera mano el daño que  les puede ocasionar el tipo de gobernación a la que están sometidos. 

Hay un déficit en las demandas del movimiento ya que nadie habla del racismo en la isla, a pesar de que es evidente el trato que reciben las personas negras del movimiento, además de que las poblaciones más perjudicadas son las negras, las que más luchan  por la liberación de Cuba y se merecen estar dentro del discurso político además de tener un gran  protagonismo en él. 

Ya son varias huelgas de hambre, como las de Maikel Osorbo y Luis Manuel Otero, las que han tenido lugar para sacar a Dennis Solis de prisión, uno de los muchos detenidos  injustamente y desaparecidos en la cárcel por el hecho de apoyar el Movimiento San Isidro. Han  llegado a requisar los datos móviles de los activistas que están dentro del país para evitar que esta  información llegue al extranjero e incluso la mayoría de los activistas tienen hasta vigilancia  policial fuera de sus casas. 

Por suerte, poco a poco el Movimiento San Isidro está haciéndose más  visible, teniendo manifestaciones no solo nacionales sino en sitios como Berlín, Perú, Madrid,  Valencia, Barcelona o Miami. No obstante hace falta aún más visibilización. Se trata de una  emergencia nacional que no debemos confundir con la burguesía artística y por la cual debemos  luchar por conseguir justicia, por reparaciónes y por la visibilización del racismo cultural e  institucional. Que la cultura de enajenación propagada por parte del gobierno tenga lugar al mismo  tiempo que el Movimiento San Isidro es prueba de que algo está empezando a cambiar a manos del pueblo cubano.  

Para mantenerse informados podemos seguir al movimiento en las redes sociales como  @mov_sanisidro. 


Ara C. Oviedo

Estudiante de bachillerato de artes hispano-afrocubana y activista antirracista.



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