Queridas Afroféminas,
El sábado fue un día grande a modo personal. Justamente ayer se cumplía un año en el que decidimos comenzar con los talleres. Era y es importante salir de las redes y defender con la misma vehemencia nuestros discursos, sin censura, sin temor a que nos llamen mujeres acomplejadas. Comencé en la librería La Caníbal de Barcelona y desde entonces no he parado.
El sábado estuve en Madrid, en la Fundación Feminista Entredós. Lo mejor de todo es que habían muchas mujeres negras, asistieron muchos tipos de mujeres: afroespañolas, mujeres negras de la diáspora, mujeres blancas latinoamericanas, blancas españolas, parejas gay, una madre con una bebé, una mujer invidente. Las 37 con un altísimo nivel de reflexión.
En cuanto a profesiones qué os puedo decir: habían 4 profesoras universitarias afrodescendientes ejerciendo en Madrid (dos de ellas afrobrasileñas y las otras dos afroespañolas), una Psicóloga dominicana ejerciendo en Madrid, Mediadoras sociales (por ejemplo una de ellas trabajaba con médicos y combatía los prejuicios que hay desde la medicina en torno a las personas de raza negra), una funcionaria de origen ecuatoguineano, una lingüista afroespañola de origen togolés, el resto estudiantes blancas españolas. Me encantaría tener un texto testimonial de cada una porque son un mundo, tienen mucho que decir.
Hablamos sobre toda las cosas de las mujeres negras sobre la base de los debates que tenemos aquí en la red. Las mujeres negras pudieron decir y plantear todas sus preocupaciones. Fuimos conscientes de todo lo que hay que hacer y nos dimos cuenta con optimismo y mucha satisfacción. Otra cosa a destacar es el clima de empatía que se creó. Se escuchó, se debatió y mientras comíamos, también en el espacio, creo que hicimos un nuevo taller.
Soy una persona intuitiva y sumamente espiritual y sólo os puedo decir que era el sitio ideal, la energía fluía, la gente entendía y reaccionaba. Como siempre nunca doy respuestas, sólo material de reflexión.
Para finalizar , debo agradecer a la fundación Entredós y especialmente a Marina, la persona que comisarió el evento, una mujer afrobrasileña que era todo espíritu.
