La vida a bordo de un barco esclavista

Las condiciones a bordo del barco durante el viaje eran espantosas. Los hombres eran apiñados debajo de la cubierta y asegurados con grilletes para las piernas. El espacio era tan estrecho que se veían obligados a agacharse o acostarse. Las mujeres y los niños se mantenían en cuartos separados, a veces en cubierta, lo que les permitía una libertad de movimiento limitada, pero esto también los exponía a la violencia y el abuso sexual por parte de la tripulación.