Del Blackface y otros demonios

la discusión no se puede evitar argumentando que es una “fiesta tradicional” inofensiva, porque es evidente que las raíces de esa tradición están construidos bajo el cimiento del neocolonialismo, por eso hago la invitación a las sociedades que se regodean con performances como el Blackface, que revisen la proyección colonial de sus países, y vean que la participación en el comercio de esclavos, en la trata transatlántica de africanos y la esclavización fue vergonzosa