Nuestra arrebatada libertad de existir
La verdad es que muchas de nosotras nos levantamos cada mañana sin pertenecer. Nacimos en un lugar o provenimos de otro, (según la conveniencia de nuestra sociedad oportunista), y yacemos en un umbral de miedos que nos abanica inseguridades y nos arropa de estigmas en su más máxima esplendor.