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viernes, marzo 29

El caso Vinicius Jr y el silencio de sus compañeros

Vinicius Jr

Ya hace unos días que lleva coleando el asunto de los insultos racistas en contra del delantero brasileño del Real Madrid, Vinicius Júnior, durante el partido de la Liga Santander contra el Real Valladolid, disputado en el estadio José Zorrilla el pasado viernes.

El delantero afrobrasileño denunció en redes la pasividad de la Liga de Fútbol Profesional: «La Liga sigue sin hacer nada». Eso hizo reaccionar a Javier Tebas, presidente de la entidad, que respondía también a través de un tuit al delantero: «Infórmate mejor».

Finalmente la Liga anunciaba ayer la denuncia de los insultos en el estadio José Zorrilla ante los los Juzgados de Instrucción de Valladolid, a los que han solicitado que den traslado de la denuncia a la Fiscalía para su personación en la causa.

Este procedimiento es la cuarta vez que se produce en el caso de Vinicius Jr como informa El Español: «Antes del Valladolid fueron los casos del Barcelona (Camp Nou, 24 de octubre de 2021), del Mallorca (Son Moix, 14 de marzo de 2022) y del Atlético de Madrid (Metropolitano, 18 de septiembre de 2022). Aquellos serían archivados por la Fiscalía. El de El Clásico «dado que no se logró la identificación de los autores de los hechos» y de Mallorca «porque la expresión y sonidos proferidos […] no parecían revestir inicialmente la dimensión penal pública que se postula».

La LFP y su presidente Javier Tebas acuden a los juzgados a sabiendas de que el caso será sobreseído sin ninguna consecuencia para los racistas que profirieron insultos contra Vinicius Jr. Los juzgados españoles no condenan ni multan los cánticos ni insultos racistas, ya que la legislación y la interpretación de la misma, es muy laxa y los jueces suelen considerar, esto problemas menores. Un claro sesgo racista.

Así se desprende de la sentencia del caso de los insultos recibidos por el jugador en el derbi del día 18 de septiembre que se archivó mes y medio después sosteniendo que los insultos se vertieron en un contexto de «máxima rivalidad», que solo «duraron unos segundos» y que no constituían delito.(El Español).

Que la LFP y javier Tebas no tenga interés por erradicar el racismo en los campos de fútbol, no sorprende. Tebas es simpatizante confeso del partido de extrema derecha VOX. Pero es que además el presidente de la LFP tiene un pasado franquista, En los primeros años de la transición fue Jefe Provincial de las juventudes ultraderechistas Fuerza Joven y después representante de Fuerza Nueva ante los medios de comunicación. Fuerza Nueva era el partido de lo que en la transición se denominó «el bunker», los franquistas más recalcitrantes que se negaban a cualquier avance democrático.

Así que, teniendo el cuenta la ideología de quien gobierna el fútbol profesional en España, no sorprende tampoco la poca reacción de los clubes ante el racismo. El Real Valladolid está presidido por Ronaldo Nazario, histórico jugador afrobrasileño, que ha declarado que «Es lamentable, repugnante y vergonzoso» y asegura que va a tomar medidas. Eso esperamos, porque la única solución posible es una contundente acción de los clubes y de la LFP con cierre de estadios incluidos.

Pero lo que más nos sorprende de toda esta mascarada en torno al caso Vinicius es la NO reacción de los otros jugadores afrodescendientes y blancos.

En el partido en el José Zorrilla había varios jugadores negros en el campo, también en el Real Valladolid. Hoy las plantillas de los equipos profesionales de fútbol están llenas de jugadores africanos y afrodescendientes. Pero nunca, ningún jugador negro, se ha solidarizado con un compañero de profesión rival que reciba ataques e insultos racistas, más bien al contrario. El silencio, o incluso la complicidad, quitando hierro al racismo de sus propios seguidores, suele ser lo más habitual.

Si cuando un compañero recibe insultos racistas, todos los jugadores negros y racializados abandonaran el campo esto se acabaría en una semana. Pero si además cualquier jugador de cualquier equipo se negara a seguir jugando si se profieren insultos racistas en un campo de fútbol el escarmiento sería inmediato.

Vinicius es un caso excepcional. La falta de implicación de los profesionales del fútbol en la lucha contra el racismo es indignante.

El silencio es cómplice.

Afroféminas


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