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jueves, marzo 28

Juan de pareja: de esclavo a pintor expuesto en el Prado

Hace un par de años fui a Nueva York a visitar a mi familia, inmigrantes haitianos en Queens, y aproveché para visitar el Museo Metropolitano. El lugar es impresionante y enorme hasta un punto sobrecogedor, pero hubo un cuadro que llamó mi atención más que ningún otro, el retrato de Juan de Pareja pintado por Velázquez. No volví a acordarme de él, hasta que en Madrid, en casa de la madre de una amiga, me encontré con una copia exacta del mismo cuadro. Entonces me contaron que el abuelo de mi amiga había sido copista del museo del Prado y había querido pintar una copia del cuadro que se había vendido más caro en la historia del museo del Prado para tenerla él en su casa. 

Juan de Pareja pintado por Velázquez

¿Pero quién era el retratado? ¿Y por qué no se parecía físicamente al resto de retratados de la época? Según consta, Juan de Pareja nació en Antequera alrededor del año 1610 y murió en Madrid en 1670, pero su figura está envuelta de misterio, y lo poco que se sabe de él es a través de un relato de Antonio Palomino del siglo XVIII. 

Juan de Pareja fue esclavo del pintor español Diego Velázquez, al que según Palomino, ayudaba a moler los colores y preparar los lienzos. Solemos pensar que las personas esclavizadas siempre eran llevadas a América, pero poco se nombra a las que vivían en España, y menos aún, a quienes fueron sus esclavistas. 

En el relato de Palomino consta que fue en una visita del rey Felipe IV al taller de Velázquez, cuando de Pareja mostró uno de sus cuadros al rey y le suplicó: « que le amparase para con su amo, sin cuyo consentimiento había aprendido el arte, y hecho de su mano aquella pintura ». Así afirma Palomino que el ordenó Velázquez que lo liberase afirmando que «quien tiene esta habilidad, no puede ser esclavo ». Es desgarradora la asunción de que las personas esclavizadas no debían tener ninguna «habilidad». 

Sin embargo, Salvador Salort en su libro Velázquez en Italia, afirma que fue en 1650 en un viaje a Roma, cuando Velázquez otorgó la carta de libertad a Juan de Pareja, siendo entonces cuando éste se convirtió en pintor. Sería también en este viaje, cuando Velázquez pintó el famoso retrato de Juan de Pareja que hoy se conserva en el MET.

El primer cuadro que se atribuye a Juan de Pareja es La Huida a Egipto de 1658, que en la actualidad se expone en el John and Mable Ringling Museum of Art. Así mismo, encontramos dos obras suyas en el Museo del Prado: El Bautismo de Cristo y La vocación de San Mateo, de 1661. En este último, Juan de Pareja se autoretrata, apareciendo de pie en el lado izquierdo del cuadro en una pose similar a la que aparecía en el retrato de Velázquez. 

Otra de sus obras más conocidas es el Retrato de José Ratés que data de entre 1665 y 1670 y se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Valencia. Sobre esta obra Palomino escribió que Pareja «tuvo singularísima habilidad para retratos, de los cuales yo he visto algunos muy excelentes, como el de José Ratés en que se conoce totalmente la manera de Velázquez, de suerte, que muchos lo juzgan suyo». Lo cual me lleva a preguntarme, si sería posible que algunas de las obras pintadas por Juan de Pareja hayan sido atribuidas a otros pintores.

Retrato de José Ratés. Juan de Pareja

Para mí, la paradoja está en el hecho de que si hoy conocemos la existencia de Juan de Pareja se debe a la representación que de él hace otro, y no a su obra misma. Juan de Pareja es así otra de las figuras desconocidas de la historia de la pintura española, olvidado de los libros de texto, como la mayoría de las contribuciones artísticas realizadas por mujeres. 


Sheila Pierre Louis

Trabajadora social. Master en investigación aplicada a estudios feministas de género y ciudadanía. Estudiante de derecho.


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