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viernes, marzo 29

¿Qué debo procurar hacer antes de salir a marchar el 8 de Marzo?

No es un secreto que en las manifestaciones colectivas se pueden dar situaciones que atentan contra los Derechos de las personas que marchan o acompañan. Tampoco es un secreto que conocer posibles escenarios donde se atente contra nuestra seguridad jurídica, podría ser lo que en últimas nos evite pasar por situaciones de abuso de cualquier tipo. Vamos a marchar este 8 de Marzo, pero antes tenemos que cumplir una lista de tareas esenciales para cuidarnos y saber cómo cuidar a otres.

Antes de la marcha:

  1. Arma tu combo. 

Salir sola no es aconsejable en ningún tipo de manifestación. Si estás planeando ir y no tienes amigas o personas de tu familia que vayan a salir; busca colectivos feministas afines a tus objetivos y escríbeles para organizar hora y lugar de encuentro. Sé puntual para que puedas conocer a quienes se movilizarán contigo, de esa manera habrá personas que puedan estar pendientes de ti en cualquier caso. Recuerda: entre nosotras nos cuidamos y nos cuidaremos. No estás sola, no salgas sola.  En este sentido, ten en cuenta directorios de organizaciones feministas que puedan ser de ayuda en caso de que algo desagradable pase en la marcha. Busca colectivos feministas defensoras de Derechos Humanos y colectivos de abogadas antes de salir.  

  1. Documentos y fotos

Vas a salir a marchar, ¡espera! Tómate una foto y súbela a tus redes. Si, sé que parece un consejo extraño, pero es esencial que dejes registro en la nube de lo que llevabas puesto y de tu hora de salida. Tomar precauciones no significa pensar que nos enfrentaremos al peor escenario, sino más bien irnos con la esperanza de que estamos haciendo todas las cosas bien para protegernos. Lleva un documento adicional a tu ID (documento nacional), puedes identificarte con cualquier documento que tenga tu foto y tu nombre completo. 

  1. Informa

Ten un contacto de confianza que no vaya a marchar. Cuéntale tu itinerario, el colectivo o combo con el que irás a marchar. Dile la hora en que planeas regresar a tu casa y mantén una comunicación regular con dicha persona, si cambias algo en tu itinerario, algo con la compañía con la que vas o la hora en que piensas regresar, infórmale. Esta persona podrá estar pendiente de ti a través de redes y así seguirte el paso desde su casa. 

  1. Prepárate

Vas a marchar, así que es fundamental saber qué te espera en términos climáticos y atmosféricos. Revisa en internet y también alista cosas en casa tanto de que llueva o de que haga mucho sol. Aplícate bloqueador, lleva una botella de agua, lleva tus elementos de bioseguridad, llévate una capa para la lluvia o una sombrilla. Tómale foto también a lo que empacas en tu maleta o canguro, esa foto se la puedes mandar a la persona de confianza que cuidará de ti desde casa. Importante que la foto también sea enviada antes de salir, el registro de horas es vital.

Durante la marcha:

  1. No te enganches

Soy una fiel creyente de los espacios pedagógicos como espacios que deben estar construidos de forma deliberada para discutir, debatir, exponer y argumentar. Las marchas no son esos espacios. Son espacios de encuentros colectivos donde muches salen a expresar lo que piensan y a pelear por lo que creen. Esto quiere decir que verás grupos e individuos con carteles o consignas con las que no comulgas y eso está bien. Anota el nombre de la colectiva, busca sus redes y posterior a la marcha piensa en estrategias para interpelar aquello que consideras debe ser interpelado, pero no lo hagas durante la marcha. Sé que suena arbitrario, pero en las manifestaciones sociales hay demasiados agentes jugando y velando por cumplir cada cual sus objetivos. Está la policía, les veedores ciudadanes, les activistes, los colectivos, les transeúntes, las personas que están trabajando por donde pasa la marcha. Este espacio es, en pocas palabras, un caldo de componentes potencialmente inflamables.             De manera que debes recordar porque saliste a marchar, quedarte con el combo con el que estás cómode y resistir a la idea de la confrontación, podría terminar en detrimento tuyo o de tus compañeras.

  1. Si algo me pasa…

Las redes y la sobreexposición pueden ser aliadas en este caso, sobre todo si llegan a retenerte. Tus compañeres deberían registrar cada momento de alguna clase de retención o requisa. Es tu derecho estar en las calles, así como es tu derecho ver quienes están haciendo procedimientos que involucran saber más de ti o incluso trasladarte. Asegúrate de ver dónde están las personas que se identifican como veedoras de Derechos Humanos y si te hace sentir más cómode, marcha donde puedas tenerlas a la vista de forma permanente. Estas personas sabrán cómo ayudarte en caso de que algún procedimiento no se haga de manera regular. 

No te separes de tu documento nacional, siempre debes tenerlo contigo. Tu puedes (y si te lo solicitan debes) dar el número de tu documento; no obstante, otra cosa es que te lo quiten, no estás en la obligación de entregarlo. *Revisa cómo funciona esto en tu país y asesórate bien, no entregues el documento a nadie que no se identifique plenamente contigo. 

  1. No te apartes de tu combo 

¿Vas al baño?, ¿vas a comprar algo de tomar o de comer? Dale, pero avisa y en lo posible ve con alguien. No, esto no es un mensaje para disuadir a ningune de salir a marchar. Es una lista para que seamos tan cuidadoses y astutes como sea posible. Siempre con alguien o siempre avisando a dónde vas y a qué. 

  1. Conoce tus límites

Hey, somos humanes… nos enojamos, nos entristecemos, nos molestamos. Sin embargo, hay situaciones donde la emoción cruda puede resultar afectando a mis compañeres de marcha o a mí misme. Como las autoridades están a cargo de velar que las marchas se hagan según reglas preestablecidas y -como sabemos- esto en manos de ciertas autoridades puede ser terriblemente despótico, es necesario tomar distancia y buscar a las veedurías. Si algo que pasa nos activa la Xena princesa guerrera que llevamos dentro es mejor retirarnos, mejor evitar enfrentamientos. SIN DEJAR PASAR situaciones donde estén violentando a otres. Procura ayuda en caso de que veas algo injusto antes de pensar en intervenir, piensa en que el debido proceso puede ser al final lo que salva a alguien o a ti misme de una situación de abuso o de pelea.

Después de la marcha:

  1. Estoy en casa

Lo primero, primerísimo antes siquiera de correr a la ducha, es avisarle a todes quienes están pendientes de ti que estás en casa y en qué estado estás. Ya una vez avises, no olvides los protocolos de bioseguridad: báñate, pon a lavar la ropa que usaste ese día e hidrátate bien antes de dormir. 

  1. Decomprimir

Las marchas pueden detonar muchas cosas a nivel emocional. A veces buenas, a veces no tanto, como sea son abrumadoras e implican un trabajo de recogimiento ineludible. Así sea por una semana está bien si quieres estar más con tu familia, amiges, mascotas, entre libros; bajarle un poco a tu actividad social, no te vayas a castigar por esa elección. Marchar requiere de un compromiso emocional que obliga a la fortitud, de manera que después lo ideal es recuperar tranquilidad y equilibrio. 

  1. Leer, debatir y tomar acción

Manifestarse en las calles es uno de los pasos a tomar en las luchas feministas, antirracistas, luchas contra la transfobia, la homofobia, la xenofobia. No obstante, hay otros pasos más. Después de marchar no pierdas contacto con tus colectivos, revisa de manera regular iniciativas con las que puedas contribuir a cerrar brechas de desigualdad en los frentes a los que seas más afín. Como sea, la pelea no se acaba cuando se acabe el 8 de Marzo. Nos siguen matando, nos siguen violando, nos siguen menospreciando y es nuestro deber seguir resistiendo… con dignidad, libertad y memoria. 

Un saludo especial a @somosunrostrocolectivo que me inspiró a escribir esta pieza y quienes usarán de consigna la última frase que dejé en la columna: dignidad, libertad y memoria.

Nos vemos en las calles. 


Carolina Rodríguez Mayo

Egresada de Literatura con opción en Filosófia de la Universidad de los Andes. Especialista en Comunicación Multimedia de la Universidad Sergio Arboleda. Colombiana de Bogotá.  Feminista interseccional y defensora de las preguntas como primer paso al conocimiento. Escribir poesía es lo único que me reconforta. Todo lo demás que escribo es una invitación al diálogo. Viajera, fashionista, cinéfila y amante de la buena comida. 



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