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jueves, marzo 28

«El color de tu piel no define tu belleza»

Mucha gente conocerá a Ana Ebiaca Rivas como Cocoa, el nombre que ha escogido para promocionarse en redes sociales como maquilladora. Hace algún tiempo decidió dar un giro en su vida y apostar por una profesión muy alejada de lo que su familia y ella misma, solo unos meses antes, esperaban de su futuro. No le han hecho falta más de dos años para saber que su decisión fue la correcta: ha trabajado para una discográfica, revistas, diferentes tiendas y se ha especializado en pieles oscuras con el fin de abarcar un espectro poblacional que siempre se quedaba y, por desgracia, todavía se queda fuera. Maquillarse no es un imperativo, obviamente, pero resulta discriminatorio que haya líneas de maquillaje que o no producen ciertos tonos o, si lo hacen, no los traigan aquí por creer que solo hay un tipo de habitante. En pleno s.XXI, ya no valen las excusas para continuar pensando así. 

Tu idea inicial era estudiar medicina, pero… al final tiraste por otros derroteros, ¿qué sucedió? 

Todo empezó en 2º de Bachiller, aquel curso en el que comienzas a forjar tu futuro. Yo iba encaminada por el mundo de las ciencias ya que  amaba y amo el cuerpo humano y la infinidad de cosas que me quedaban por aprender de él, pero todo cambió en el momento en el que empecé a plantearme cómo quería verme en 30 años. Ahí fue cuando me di cuenta de que no deseaba una vida en la que no pudiese explotar mi creatividad al 100%. Y así fue cómo 2º de Bachiller, aquel curso en el que comienzas a forjar tu futuro, se convirtió en el año en el que me conocí a mí misma, no a la versión que la sociedad quería de mí. Me cambié a la rama de artes y conocí una infinidad de profesiones que me gustaban pero seguía sin encontrar mi lugar. 

Aquella sensación de “estar perdida” me hizo caer en una gran depresión, dejé de ir a clase, dejé atrás mis amadas artes y me descuidé a mí misma. Entré en un gran bucle oscuro hasta que aquella persona a la que yo llamo “mi ángel de la guarda” decidió ayudarme a verme mejor. Fue entonces cuando descubrí el maquillaje. Comencé a indagar en diferentes técnicas, estilos y, sin quererlo, caí prendada por este maravilloso arte. Sin darme cuenta empecé a mejorar y a sentirme mucho mejor conmigo misma. A día de hoy sigo pensando que fue mi salvación. 

¿Y cómo se tomó tu familia que cambiaras la medicina por el maquillaje? Me consta que para muchas madres y  padres  africanos, que sus hijes vayan a la universidad es algo fundamental. 

Para mi padre no supuso ningún cambio, él siempre quiso que yo estudiara lo que a mí me hiciera feliz. Con mi madre, en cambio,  no fue tan sencillo. Supuso que tuviéramos varios enfrentamientos, dado que era la que vivía conmigo en España. Con todo, a base de ir demostrándole mi valía y pasión por el maquillaje fue comprendiendo que es mi lugar y mi profesión deseada. 

¿Cuánto tiempo ha pasado desde que comenzaste a maquillar? 

Comencé a maquillar hace casi 2 años, cuando Sony, tras ver mi perfil de Instagram, decidió contratarme para maquillar en el nuevo disco de una artista emergente. 

¿Cómo aprendiste tu técnica?

A base de mirar vídeos en YouTube y practicar. Sinceramente, estudié en una escuela pero las técnicas eran bastante antiguas. 

¿Recomiendas, pues, youtube como vía para formarse en tu campo? 

Sí y no. YouTube te brinda las técnicas más modernas, en cambio, una buena escuela también te aporta el protocolo, el lenguaje profesional y lo más importante, la bolsa de trabajo. 

¿Cómo definirías tu estilo a la hora de maquillar?

Me resulta difícil definirlo con palabras, podría resumirlo con la frase “yo maquillo para que mi cliente vea una mejor versión de sí misme” 

¿Concibes el maquillaje como un arte?

Por supuesto que sí, el mundo de las artes es muy amplio y todavía nos queda mucho por conocer de él.

En tu Instagram pone “el color de tu piel no define tu belleza”, partiendo de ahí, ¿cuál es el recuerdo más bonito que tienes maquillando a alguien negre?

Recuerdo una sesión en la que tenía una modelo afro con una piel preciosa y tras maquillarla me dijo que era la primera vez que le maquilladore no le pedía que trajera su base y que se sentía mejor que nunca con mi maquillaje. Ese simple comentario y futuras experiencias que tuve como modelo me hicieron querer especializarme en piel oscura y querer lanzar el mensaje al mundo de que yo y todas mis hermanes afro también somos belles, porque el color de nuestra piel no define el nivel de belleza que podemos alcanzar. 

Me parece impresionante que a estas alturas TODAVÍA haya dificultad para encontrar tonos de maquillaje porque no estén en cualquier tienda o los que haya sean más caros debido a que son de marcas menos asequibles, ¿qué excusa ponen?

Cuántas veces habré recibido el mensaje “disculpa pero nuestro presupuesto no permite un rango de tonos tan amplio”…  Yo pienso, bueno pues entonces no empieces con bases de maquillaje ya que estás excluyendo a parte de la población y lanzando el mensaje encubierto de “las pieles oscuras no importan”

Ya que hablamos de trabajo, ¿se te ha complicado mucho  con esto de no poder casi juntarnos? 

Sí, como a todes les maquilladores, supongo. Es una profesión muy poco valorada y en la que también hay mucho intrusismo, por lo tanto los trabajos como maquilladore han sido escasos dada la situación. 

¿En qué sitios has trabajado y dónde/con quién te encantaría trabajar? 

He trabajado en Sephora, en Sony y en Krash Kosmetics como modelo aparte de las colaboraciones que hago vía Instagram. Me encantaría trabajar en Fenty Beauty junto a Rihanna porque gracias a su lanzamiento me di cuenta de que las pieles oscuras sí que se tienen en cuenta y la infinidad de productos que podemos utilizar. 

Dado que estamos en las fechas que estamos, pide algún deseo para este 2021.

Uno de mis deseos para este 2021 sería que la diversidad pueda abrirse camino este año a pasos de gigante. 


Lucía Mbomío

Periodista, actualmente en “Aquí la Tierra” en TVE
Twitter @luciambomio 
Istagram: luciambomio


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