fbpx
martes, abril 16

Las consecuencias de un mundo dominado por los medios hegemónicos de comunicación

Oprah

Ser mujer en un mundo dominado por medios de comunicación no es fácil. Nunca lo fue. Desde muy chicas consumimos distintos productos audiovisuales con modelos hegemónicos y estereotipados de mujeres, en su mayoría blancas, flacas y de pelo lacio. Para analizar las consecuencias del poder de los medios me gustaría plantear algunas cuestiones específicas:

 ¿Qué pasa cuando “triunfa” mediáticamente alguna mujer que rompe con esos estereotipos? Es reconocida por ello. Voy a tomar como ejemplo los casos de Oprah y Adele. La contextura física de ambas siempre fue cuestionada, criticada o tema de conversación para los medios y, por lo tanto, también para los espectadores. Sin dudas se reconoce además su talento e influencia en el medio artístico pero la apariencia física nunca dejó de ser protagonista de sus críticas.

¿Qué pasa cuando una mujer que cumple con estos estereotipos mostrando imágenes o videos al natural, reconociendo y criticando esta hegemonía (que lamentablemente reina el mundo de las mujeres) y dando su testimonio sobre lo que sufre para verse así? Es portada de revistas nacionales e internacionales, pero especialmente (y en lo personal lo más preocupante) es criticada por espectadores y periodistas por la simple razón de romper un estereotipo de belleza que en realidad es falso naturalmente. 

¿Qué pasa cuando “no cumplís” con estos estereotipos? Vivimos en un mundo donde basta salir a la calle 5 minutos para darte cuenta de que no existe un tipo de mujer específico, que cada una de nosotras es única y diferente, que nuestros cuerpos no son similares para nada, y que la belleza es pura y especial en todas nosotras. Creímos (y creemos) que tenemos que ser de una determinada talla, o tener el pelo de alguna manera específica porque es lo que nos hicieron pensar. No porque sea la realidad.

Ya son varias las generaciones que crecen detrás de una pantalla, consumiendo siempre los mismo cuerpos y conductas. La heroína de las películas o series que vemos, las mujeres que triunfan entre grandes hombres que dominan el mundo, las grandes cantantes y artistas, etc. (las que nos muestran, por supuesto) cumplen en su mayoría este estereotipo que nos hizo crecer creyendo que si no éramos físicamente como ellas, no llegaríamos tan lejos. Ya sea por genética o por, simplemente, sentirte libre de ser quien sos muchas mujeres quedan excluidas de este patrón y las consecuencias son realmente gravísimas. Innumerables casos de baja autoestima, depresión, trastornos en la conducta alimenticia y hasta suicidios son producidos por naturalizar estos cuerpos.

Argentina es el segundo país con más casos de Bulimia y Anorexia en el mundo. No es casual que esto ocurra en un lugar donde las mujeres que son portada vendan y publiciten prendas talla XXS / XS. Millones de mujeres crecen año a año mirando y admirando a estas figuras por cualidades que muchas veces no tienen que ver con su físico pero la imagen que consumen termina infiriendo al punto de arruinar la vida y adolescencia de tantas de ellas con estos y otros Trastornos de la Conducta Alimenticia.

¿Qué pasa con todas las mujeres que no somos así o que no aparecemos en esos medios?, ¿no triunfamos? Para nada. Cada uno de nuestros logros es igual de importante que el de cada una de ellas. El mundo necesita saber que está lleno de mujeres que minuto a minuto están triunfando, que cada una de nosotras tiene algo muy importante para dar, y no es un cuerpo. 

Hemos escuchado muchas veces directores, productores y mediáticos diciendo que esto debe terminar, que los medios de comunicación deben dejar de mostrar este mundo irreal pero lejos estamos de creerles. Son ellos mismos los que siguen reproduciéndolo, no hay una verdadera revolución por parte de ellos. Nos toca ser el cambio, nos toca dejar de consumir cuerpos, dejar de creerles. Es el momento de darles a conocer lo que pensamos, lo que sufrimos; que sepan que destruyeron muchas generaciones de mujeres pero que nos cansamos, que vamos a decir basta, que vamos a aceptarnos y amarnos como somos.


Geraldine Fortes  

Afrodescendiente argentina, heredera de una cultura. 


Deja un comentario