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jueves, marzo 28

“No tiene sentido pensar que en EEUU se dan situaciones de violencia y apoyar en la distancia y, sin embargo, carecer de empatía con la gente del país en el que resides o del cual provienes”, sanitarix Guinea Ecuatorial

Recolectores de muestras en zona de cuarentena en Guinea Ecuatorial. Foto ahoraeg.com

Las protestas de Black Lives Matter han tenido eco en un montón de lugares del planeta, provocando turbulencias en sitios en los que se aplaudieron las reivindicaciones hasta que entendieron que la gente no solo marchaba por George Floyd, que el racismo no es algo exclusivo estadounidense, que en muchas partes del mundo lloramos a nuestros muertos y que es importante reconocer que este sistema de opresión opera de múltiples formas y que la mayoría solo son invisibles para quienes no las padecen u optan por no verlas. No obstante, las vidas negras importan también en países en los que el grueso de la población no es blanca y en donde el racismo no es la principal preocupación, pero sí los regímenes autoritarios, la falta de libertades o el reparto desigual de la riqueza que provoca que el acceso a una sanidad solvente, en plena COVID19, o disponer en el quirófano de una cantidad suficiente de guantes, sea un privilegio. Esa es la reflexión que me llevó a entrevistar a una persona que trabaja en el ámbito sanitario en Guinea Ecuatorial y que prefiere no decir su nombre.  

¿Cómo estáis llevando allí la pandemia ?

Intentamos que sea llevadera, cada persona con sus posibilidades, confinadxs los que pueden y como pueden.

Uno de los grandes problemas del continente es que mucha gente vive al día y desempeña labores ligadas a la economía informal, de modo que no cabe la posibilidad del teletrabajo, es más, en muchos hogares, el acceso a internet es una quimera, ¿sucede lo mismo en Guinea?

Aquí, el teletrabajo se da, en todo caso, en las empresas privadas y solo unas cuantas personas. Es importante entender que el acceso a la tecnología, de momento, no está al alcance de la mayoría, de modo que, en efecto, la gente no puede salir a trabajar y muchas familias lo están pasando mal a nivel económico.

El otro día escuché a un hombre que decía “más que coronavirus, aquí tenemos `coronahambre´”, ¿cómo se está apañando la gente para poder subsistir sin poder ir a trabajar?

Para subsistir, muchas personas recurren a las amistades o a la familia, quienes suelen compartir lo que tienen. El gobierno da ayudas a la tercera edad y a gente desfavorecida que se implementan a través del Ministerio de Asuntos Sociales o del presidente de la comunidad, dado que se supone que ellxs conocen la situación de quienes habitan en la vecindad.

Tampoco es tan fácil mandar remesas como en el caso de otros países africanos, ¿qué vías podemos usar quienes queramos enviar dinero a nuestras familias?

 Ahora creo que sería a mano, si yo en Guinea quiero recibir algo, pregunto en el grupo de amistades por si alguien tiene o conoce de alguien que le interese darle dinero aquí y que en España se lo ingresen.

¿Y qué hay de lo estrictamente sanitario? Una de las quejas que más se están dado por todo el planeta es que los datos que se dan no se ajustan a la realidad…

 Al ser novatx  en el sistema de estadísticas, es difícil para mí tanto la emisión como la recogida de datos y todos los análisis de la población de a pie los hago a ojo de buen cubero.

¿Cómo es la cobertura sanitaria pública ahí? En España nos decían que teníamos una de las mejores sanidades públicas del mundo y hemos vivido una situación terrible por falta de camas, de respiradores, y en el caso del personal sanitario, de EPIs … 

Precaria. Aquí se hace lo que se puede o lo que está a tu alcance. Quien no puede pagarse los medicamentos, acude a los remedios naturales.

Muchas veces, se pide ayuda a la gente de buena voluntad o a lxs familiares. La escasez provoca que lxs profesionales nos limitemos a pedir determinados análisis porque hay gente que no se puede costear más pruebas.

En cuanto a lxs sanitarixs, imagina, los guantes son una herramienta de trabajo básica. 

Por ejemplo en el caso mas extremo, como un parto, hacen falta hasta cinco o seis pares de guantes estériles, pero no tenemos, eso provoca que, muchas veces, por precariedad, acabemos lavándolos y reutilizándolos. 

Otras tantas, directamente, pedimos a lxs pacientes que sean ellxs mismxs quienes compren los  que creemos que vamos a necesitar. 

Eso es engorroso, ya que tanto en el centro hospitalario como en las farmacias escasean por culpa de la Covid19 y, con el cierre de fronteras, su precio se ha disparado. Antes, el paquete de 100 guantes valía 3000FCFA (4.5€), ahora, puede alcanzar los 10.000FCFA (15€). 

Imagínate una paciente que aparece a las 3 de la madrugada, en un estado de parto avanzado o con un sangrado por alguna razón. Es una impotencia terrible no disponer de guantes, muchas veces los pacientes no lo entienden y creen que no se les quiere atender.

Con todo, algo que está sorprendiendo mucho en esta pandemia, para bien,  son las iniciativas  positivas por parte del pueblo para apoyarse mutuamente…

 Exacto. Es verdad que hay personas que quieren colaborar pero no saben de qué modo, así que yo, por ejemplo, he pedido a mi grupo de amistades que vengan a hacer donaciones de guantes, algodón y alcohol.

Lo que varias personas estamos intentando al pedir  guantes es evitar la mortalidad maternoinfantil que se derivaría de una asistencia en condiciones no higiénicas y asépticas.

Una de las quejas que hay por parte de muchas personas negras, especialmente africanas, es que la gente se ha volcado con las protestas de #BlackLivesMatter, sin embargo, no está mirando a las realidades que tienen lugar fuera del Norte global y que también son durísimas pero a las que no prestamos atención, aun siendo originarias de ahí o teniendo familia directa que reside ahí, ¿qué opinión te merecen y cómo podríamos contribuir a revertir esta tendencia?

Practicar el hacer justicia desde casa, en el entorno más cercano y así, poco a poco, se podría contagiar a toda la población. No tiene sentido pensar que en EEUU se dan situaciones de violencia y apoyarles en la distancia y, sin embargo, carecer de empatía con la gente del país en el que resides o del cual provienes, independientemente de que tu idioma materno sea uno u otro. 


Lucía Mbomío

Periodista, actualmente en “Aquí la Tierra” en TVE
Twitter @luciambomio 
Istagram: luciambomio