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jueves, marzo 28

“Nos hemos acostumbrado a vivir incómodas, del mismo modo que nos hemos acostumbrado a que no podemos volver solas a casa”. Laida Memba, arquitecta y emprendedora

Laida Memba Ikuga

Laida Memba Ikuga es arquitecta de formación, pero el ejercicio de su propia profesión le llevó a reinventarse varias veces. Su (pen)última iniciativa, junto a otras tres mujeres,  ha sido el alumbramiento de Cocoro, una marca de bragas ultra absorbentes útiles para los días de regla y para las pérdidas leves de orina. El uso de alternativas a las compresas y tampones supone un alivio medioambiental, dado que 590.000 toneladas al año de residuos podrían evitarse, además de un  ahorro económico considerable si tenemos en cuenta que este tipo de productos, en el Estado español, tienen un IVA del 10%. 

Laida Memba es madre de dos hijxs y no solo nos ha hablado de su proyecto, también nos ha explicado cómo es eso de emprender y conciliar y de la importancia de que las empresas entiendan la necesidad de ser diversas. 

¿Quiénes formáis parte de Cocoro? 

Las fundadoras de Cocoro somos Cristina Torres, Eva Polío, Clara Guash y yo, pero también forman parte de Cocoro las personas que contribuyeron a que Cocoro saliera a la luz: colaboradoras, asesoras, inversoras… y todas las que confían en nuestra marca. 

Vuestro crowfunding fue uno de los que más éxito tuvo cuando comenzasteis la campaña, ¿por qué crees que fue?

Sí, fue el crowdfunding del 2016 con más éxito de Europa en la categoría de moda. Creo que destacamos por dos motivos: la gente cada vez está más abierta a participar de manera directa en iniciativas con las que se identifica, tanto por el proyecto de empresa como por las personas que lo impulsan. Y en segundo lugar, nuestra propuesta era y es MUY necesaria. A lo largo de la historia, las mujeres hemos asumido  situaciones que podrían ser de otra forma. Nos hemos acostumbrado a vivir incómodas, del mismo modo que nos hemos acostumbrado a que no podemos volver solas a casa. 

La mitad de la población de este mundo menstrúa, necesitamos innovación en este ámbito.  El hecho de que, por fin, surgiera una iniciativa que tuviera en cuenta algo taaaaan básico, contribuyó al éxito.  

¿Significa eso que la regla se vive cada vez con menos estigma?

Se han hecho mejoras pero aun queda muchísimo por recorrer. Seguimos pasándonos las compresas y los tampones por debajo de la mesa, como si de algo ilegal se tratara. Nos manchamos y nos sentimos avergonzadas. Y en España, continuamos pagando un IVA del 10%, como si el uso de estos productos fuera opcional.  

¿Qué aspectos positivos tiene dejar de usar tampones o compresas, desde un punto de vista medioambiental? 

Se estima que cada persona que menstrua puede generar unos 180 kilos de residuos para la regla durante su vida. Si tenemos en cuenta la población de Europa, está claro que no es una cifra que podamos pasar por alto: 590.000 toneladas al año de desechos. Estos residuos, que no son reciclables, generalmente acaban en vertederos o incinerados con el correspondiente impacto en el medio ambiente como la ocupación  del suelo, contaminación de aguas, emisiones de gases, etc. 

Llegará el momento en el que, al igual que se ha pensado en las bolsas de plástico del súper, se deberá pensar en regular el uso de productos de un solo uso para la menstruación, favoreciendo a los productos reutilizables o 100% biodegradables. Ahora existen recomendaciones al respecto pero necesitamos un posicionamiento más claro.

¿Una prenda como esta podría resultar revolucionaria en ámbitos en los que conseguir productos de higiene íntima es complicadísimo? ¿Habéis pensado introducirlas en esos contextos?

Por supuesto. Nosotras trabajamos con tres ejes básicos: sostenibilidad, feminismo y tecnología. Por un lado, hay contextos en los que menstruar es un claro freno para asistir a la escuela, uno de los primeros condicionantes para garantizar la igualdad de género en nuestra sociedad. Si una persona pierde una semana de clase al mes, está claro que va a ir con retraso respecto al resto del grupo. El año pasado colaboramos con una iniciativa de la Fundació Guné, para dar becas a niñas con el fin de que pudieran tener lo necesario para gestionar su menstruación y asistir regularmente al colegio. 

¿Pero cómo está hecho el tejido para que sea tan absorbente? 

Las braguitas están hechas a base de una combinación de tejidos. En contacto con la piel siempre tenemos el algodón orgánico certificado GOTS. Luego hay una capa de tejido técnico que con muy poco grosor es absorbente, hidrófuga, antibacteriana y transpirable. Para el exterior utilizamos algodón o poliamida, según el modelo. El secreto está en la combinación de los tres tejidos, en el corte, en las costuras…

Es importante destacar que las Cocoro son 100% transpirables. Esto hace que sean saludables y pueda utilizarse para el postparto u otras situaciones en las que nuestra ginecóloga o comadrona nos aconsejaría llevar braguita de algodón. 

¿Y nos vamos atreviendo a usarlas o nos cuesta abandonar los métodos tradicionales cuando nos viene regla? 

Lo bueno que tienen las Cocoro es que son unas bragas. Como nos contaba Almodóvar en los 80 “¡hagas lo que hagas, ponte bragas!”. Las Cocoro no son un añadido así que inicialmente no te van a suponer un gran cambio. Se suben y bajan igual que unas braguitas normales 😉 Puedes utilizarlas combinadas con los métodos que ya te funcionan, como complemento o como producto único. Las Cocoro no son únicamente para la menstruación, son también para el flujo vaginal, pérdidas leves de orina, sudor…Para muchísimas mujeres son una solución para su día a día… Hay estudios que afirman que 1 de cada 3 mujeres en España, entre los 35 y 65 años, sufre pérdidas leves de orina. Otro tema muy tabú.

Imagen publicitaria de las braguitas Cocoro

¿Cómo ha transformado tu vida  dar el salto al mundo empresarial?

Cuando acabé la carrera de arquitectura, lo normal en aquella época, aunque trabajaras en un despacho, era hacerse autónoma. Desde ese momento creo que ya empecé a mentalizarme de que debía “inventarme” mi trabajo y no podría relajarme o dejar de formarme. Crear Cocoro ha sido un reto brutal, que ha tenido un impacto en mi vida profesional, personal e incluso familiar. Pero es un sueño hecho realidad, el ver que ahora somos un equipo de 12 personas fijas y que nuestro proyecto tiene un impacto positivo en nuestro medio ambiente y en nuestra sociedad. 

En 2018, Google entonó el mea culpa en lo que respecta a la falta de diversidad en su plantilla e incluso publicó un informe al alcance de cualquiera,  ¿consideras que las empresas del Estado español son suficientemente diversas en cuanto a género, raza y orígenes?

Claramente no. Nuestra estructura social lo pone extremadamente difícil para las mujeres, en primer lugar. El “conciliar” ahora mismo, creo que es una utopía que va asociada a cansancio extremo, frustración, insatisfacción… Y la diversidad de orígenes… yo no la he vivido. ¿Existe? Creo que en el Estado español en ese sentido es muy homogéneo. Además, las personas racializadas aún tenemos que dar demasiadas explicaciones para que se nos considere como a cualquier otro ciudadano o ciudadana.

Yo he tenido el privilegio de poder aprender con el referente de mis padres. Mi padre es médico y de joven montó una consulta ginecológica con un colega pediatra. También dirigió la Asociación Cultura Ndowe Rhombe de Barcelona, luego creó una ONG…siempre le he visto  emprendedor…y ahora que te lo estoy contando me doy cuenta de que quizás lo he heredado de él! jajajaja.

¿Qué crees que aporta la diversidad en ese entorno? 

Estamos en un momento en que las empresas deben mirar hacia dentro, pero también hacia fuera. Siempre hay otras opciones para hacer las cosas. Los públicos son plurales. Sin embargo, siguen predominando las estructuras piramidales, los departamentos, es todo bastante…antiguo. Creo que la diversidad permite abordar las situaciones de modo holístico, visión especialmente necesaria para el mundo en el que vivimos. La uniformidad, si alguna vez existió, ya no existe. 

¿Y qué consejos darías a quienes quieren emprender?

Yo cuando leía artículos sobre emprendimiento, una de las cosas que se decía mucho es que necesitas el apoyo de tu familia. Creo que cuando iniciamos Cocoro, teníamos bastante clara la teoría pero no la práctica. Tener el apoyo de tu familia, entorno, amigos y amigas, no es solo para que te den palmaditas en la espalda y te digan que qué guay es tu proyecto.  Realmente tu entorno te sostiene, emocionalmente y económicamente. Y es difícil, muy difícil. Nosotras hemos tenido éxito, y nos ha salido bien. Pero también puede salir mal. Y eso no significa necesariamente que lo hayas hecho mal, puede ser que no sea el momento. Asumir los tiempos es difícil. En nuestro caso creo que podemos decir que ahora, el mundo está preparado para acoger ideas que hace 10 o 20 años nadie hubiera escuchado.

¿Cuáles serán tus próximas aventuras? 

Pues…uno de mis retos personales ahora es aprender euskera. A nivel profesional…te lo cuento en la próxima entrevista 😉

Mil gracias y mucha suerte


Lucía Mbomío

Periodista, actualmente en “Aquí la Tierra” en TVE
Twitter @luciambomio 
Istagram: luciambomio


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