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jueves, marzo 28

Afroargentina: la patria que no se pintó

A las puertas de un nuevo aniversario de la conformación del primer Gobierno criollo en el Cabildo de Buenos Aires, estas líneas se unen al pedido de reivindicaciòn cultural para con la comunidad afro e invita a reflexionar a quienes deseen visibilizar su lucha para así, erradicar de una buena vez los estereotipos que solo reproducen una mirada sesgada de la negritud y su historia.

Campaña “La afroargentinidad no nació un 25 de mayo”, promovida por la Comisión 8 de Noviembre. Ilustración by Rogério Rocha

Campaña “La afroargentinidad no nació un 25 de mayo”, promovida por la Comisión 8 de Noviembre. Ilustración by Rogério Rocha

Es muy probable en una nueva conmemoración del Día de la Patria, que para muchos argentinos quizás la palabra blackface no les sea familiar como tampoco, que Argentina también es afro. Es que cómo se podría llegar a asociar que, esa “tierna pinturita” en los rostros de sus hijos, sus nietos y vecinos, tenga su origen en una práctica racista que surgió en 1830 y que tuvo su auge en el siglo XIX. Es posible que la seño en la escuela no les contara que esta práctica es bien conocida en los Estados Unidos ya que por medio de ella se buscó banalizar  y caricaturizar la trata esclavista que persistía en la época, con puestas en escena de “negritos pintados” “alegres”, “serviles”, “felices”y “conformes con su realidad”.

Estudiantes de la Cátedra de Maquillaje y Caracterización la Universidad Nacional de las Artes

¿Nadie le contó esa historia a los papás, a las mamás ni a las tías? Será que a nadie se le ocurrió mencionar que esa técnica muy utilizada en el teatro no solo es para caracterizar a través del maquillaje corporal la negritud fenotípica de los africanos y a su diáspora, sino que además, por medio de la exageración de los rasgos, gestos y vestimenta de esta comunidad se reproducen estereotipos que recuerdan un pasado doloroso de la historia negra mundial al punto que ciento treinta años más tarde, en 1960 el Movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos, obligó a prohibirla.

Estudiantes de la Cátedra de Maquillaje y Caracterización la Universidad Nacional de las Artes

Sin embargo, aún persiste en festividades y personajes “humorísticos”, de países como: España, Bélgica, Holanda, Colombia y Perú. Argentina no es la excepción y el ejemplo más evidente es la celebración del 25 de mayo. Solo a partir de la deuda histórica del Estado argentino para con sus comunidades étnicas y puntualmente con su negritud, se pueda entender primero, que una “representación”con gran carga racista como lo es el Blackface, se encuentre naturalizada e institucionalizada y que tenga lugares de relevancia académica y cultural. Tal como sucedió en 2018 con la puesta en la escena de Aida, una ópera del género dramático francés, que se presentó en la primera función inaugural del Teatro Colón y regresó para festejar sus 110 años o como hasta muy poco ocurría en la Cátedra de Maquillaje y Caracterización la Universidad Nacional de las Artes (UNA), donde el material compartido en redes era acompañado con leyendas como: “se nos vino la gente de color” y “grupo negroide”. Y por último, que el discurso de los grandes próceres de la patria, haya instalado de forma tan efectiva la negación e invisibilización de todo lo que no respondiera a una “Argentina blanca, descendiente de europeos”. “Llego feliz a esta Cámara de Diputados donde no hay gauchos, ni negros, ni pobres. Somos la gente decente, es decir patriotas”, recalcaba Domingo Faustino Sarmiento, ex presidente, escritor, docente, periodista, militar y estadista argentino.

“Al calendario argentino le faltan muchas fechas y efemérides de héroes convenientemente desconocidos, a causa del racismo estructural promovido por el Estado. El Ministerio de Educación, debe no solamente tomar como eje de cambio la fecha del 25 de mayo, también debe empoderar y brindar la debida visibilización a la Ley nacional 26.852, que honra a Maria Remedios del Valle e incluir en los diseños curriculares, la verdadera historia, para así, no seguir repitiendo la vieja escuela sarmientina, blanqueadora y racista”, remarcó la docente y Licenciada en Folklore Gabriela Caballero, integrante de la Cofradía de San Baltasar Camba Cua Corrientes.

Campaña “La afroargentinidad no nació un 25 de mayo”, promovida desde la Comisión Organizadora del de Noviembre, Día Nacional de los/las afroargentinos/as y la Cultura Afro.

Campaña “La afroargentinidad no nació un 25 de mayo”, promovida desde la Comisión Organizadora del de Noviembre, Día Nacional de los/las afroargentinos/as y la Cultura Afro.

Han transcurrido 209 años y en la actualidad ni la historia oficial, ni la academia han podido contar que la negritud argentina tiene sus figuras emblemáticas como: El Sargento Cabral, Lorenzo Barcala o los valientes soldados que lucharon en los campos de batalla en las guerras independentistas. ¿Cuánto tiempos más se va a evitar contar que los afroargentinos supieron aprovechar sus talentos literarios para denunciar su situación social a través del periodismo, el arte y la poesía?

Como ya es costumbre Argentina se viste de fiesta y recuerda con gran orgullo, la conformación del primer gobierno criollo en el Cabildo de Buenos Aires. Resonaran los bombos y platillos en cada rincón del país, sin el más mínimo reparo que en 1810, esta nación tenía otros intervinientes en su idiosincrasia y construcción cultural. Para ese entonces según la historiadora Marisa Pineau, la capital tenía alrededor de 40 mil habitantes y se calcula que un tercio, eran de origen africano. Exactamente tres años antes del primer gobierno patrio, la Asamblea del Año XIII de las Provincias Unidas del Río de la Plata, dictaminó la libertad de vientres para los hijos de los esclavizados africanos pero, no así a sus padres o hermanos aun si nacieron una semana antes de esta medida.

Es por esto que la comunidad negra en Argentina aún reclama una participación en tan magno evento, apegada a su realidad e insta a que no se perpetúen los estereotipos que asocian a la afroargentinidad con la condición de servidumbre, a través de los ya conocidos personajes de vendedoras de pastelitos pintados con corcho quemado.

Ya se siente en el ambiente, por fin llegó la gran fiesta, ya se ven las escarapelas, los canastos de pasteles, los faldones revoleando por los pasillos, es el gran 25 de mayo, es hora del acto. Las mamitas han puesto de su parte, consiguieron los trajes, el maquillaje y todo lo que la seño pidió. Ahí están los papás orgullosos, ya están listos los celulares para inmortalizar ese único momento que los relaciona con su afroargetinidad, esa de la que no tienen ni idea y que al finalizar la función solo será un recuerdo que se archivará en sus memorias, en los álbumes  y en las charlas del domingo familiar.

Campaña “La afroargentinidad no nació un 25 de mayo”, promovida desde la Comisión Organizadora del de Noviembre, Día Nacional de los/las afroargentinos/as y la Cultura Afro. Ilustración by AfroUp

Como cada año, entre mates y facturas, durante los próximos días esas fotos recorrerán las redes sociales de cualquier particular y acto seguido vendrán los comentarios de la tía, de la abuela y hasta de la vecina, “que linda la negrita”, “que hermoso mi morochito”, que “bello que le quedaba su disfraz”, son solo algunos de los tantos que dejaran. Y como no, los rostros de los niños pintados con corcho quemado enterneceran a cualquiera que los mire, sin importar cuanta historia se desconozca detrás de la gran fiesta nacional.


Lisa María Montaño Ortiz

Afrocolombiana nacionalizada argentina. Reside en este país hace siete años, donde concluyó sus estudios en periodismo. Actualmente cursa una Licenciatura en Comunicación Audiovisual. En 2017 fue la primera periodista afrodescendiente en recibir un diploma de reconocimiento en el marco del Premio Lola Morapor transmitir una imagen positiva de la mujer negra libre de los estereotipos de género, promover la igualdad de oportunidades y derechos. Mención otorgada por la Dirección General de la Mujer que  nació en 1999, y se entregó por primera vez en el 2000.

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