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jueves, marzo 28

Educación sexual solo para blancos en las escuelas

Educación sexual solo para blancos en las escuelas

Las mujeres negras estamos acostumbradas a que los sistemas sociales no sean para nosotras. El sistema educativo fue uno de los primeros en informarme sutilmente que mi raza y mi género me harían invisible para la investigación y estudios de la academia. De todas maneras pensaba, que a pesar de la larga opresión sufrida durante siglos por la gente de mi raza y sexo, tenía la suerte de tener la oportunidad de obtener una educación sin importar lo excluyente que era el plan de estudios.

Asistí a primaria y secundaria en Cantabria,  un lugar predominantemente blanco (más de lo habitual, incluso tratándose de España) y conservador. La invisibilidad que temía acechaba en casi todos los libros de texto que leía y en los ojos de los profesores que decían constantemente que «no veían la raza». Todas las clases a las que asistí glorificaron a las mejores y más brillantes mentes, que nunca eran negras. Pero eso era lo correcto, lo que tenía que ser, ya que según se me insinuaba,  «los negros» en este país eran inmigrantes básicamente, y no habían contribuido en una sola cosa a la sociedad, excepto siendo mano de obra barata. Por supuesto, nadie dijo esto en voz alta, pero incluso entonces, cuando era niña, podía sentir como negros y blancos se repelían como  dos polos y existían en diferentes esferas sociales.

Entonces, como todas las demás niñas y niños racializados de mi escuela, aprendí mis lecciones e ignoré las microagresiones raciales diarias. Desde que terminé, pensé que sería fácil desaprender el complejo de inferioridad que me habían ido inculcando en las aulas, y que podría hacer desaparecer todos los recuerdos negativos, pero estaba equivocada. Ver a mi hermana menor pasar por el mismo sistema escolar desencadenó una ira que había luchado mucho para conseguir tragar cuando tenía su edad.


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La educación sexual que se da en el sistema educativo está fuertemente ligada a los privilegios de los blancos porque la persona blanca se usa como representante estándar para la salud sexual. Puede parecer exagerado, pero algún niño ingenuo podría creer  que solo las personas «normales», blancas y sin discapacidades tienen relaciones sexuales.

Lxs niñxs negrxs tenemos que tener una doble adapatación.  En un nivel aprendemos como lo hacen nuestros modelos blancos, pero luego debemos aplicarlo para nosotrxs mismxs para llegar a la experiencia negra de este fenómeno social específico. La educación sexual debería centrarse en descubrirse a uno mismo y la exploración personal y esto no es posible con el actual modelo. Luego están los datos estadísticos que se proporcionan en las clases. Para una joven negra no tienen ningún significado. En un país que se niega a hacer censo étnico y por lo tanto no tiene estudios de ningún tipo vinculados a temas de etnia u origen,  las incidencias de cualquier tipo sobre las poblaciones racializadas se desconocen por completo y así es imposible tener políticas adecuadas, tampoco educativas.

Hasta hace unos años si introducía las palabras «mujer negra» en Google aparecía básicamente pornografía. Afortunadamente y gracias al trabajo de muchas páginas como Afroféminas y otras muchas blogueras esto ha ido cambiado. Pero en el imaginario colectivo el cuerpo de la mujer negra sigue estando hipersexualizado y vinculado a la pornografía, la prostitución, etc.

La representación limitada y negativa de la mujer negra en relación con la salud sexual se confunde con nuestra percepción de nosotras mismas y nuestros cuerpos como mujeres negras, sobe todo cuando se es adolescente y nuestra sexualidad se establece en un sentido de ansiedad. Necesitamos ver todos los cuerpos, o tantos como sea posible, en una variedad de situaciones, condiciones y etapas porque nuestras diferentes experiencias vividas merecen ser validadas. Las chicas negras necesitan aprender que la mujer negra y la salud sexual son diversas, complejas y hermosamente propias.


Tania Carabalí

Tania Castro

Asesora de imagen. Santander (España)


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