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viernes, marzo 29

Entrevista a Ana Bibang: ”La emigración es una situación muy dura a todos los niveles y la regularización un camino difícil, esa es la realidad”

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Hemos leído o escuchado miles de veces, en los medios de comunicación, términos concernientes a la inmigración en España, sin saber muy bien a qué se refieren. Precisamente por eso, desde esta publicación, hemos querido entrevistar a Ana Bibang, una afrofémina asesora jurídica, que colabora en un despacho de abogados dedicado a temas de extranjería.

¿Qué son las devoluciones en caliente?

La expulsión inmediata y automática de los migrantes en el momento en que intentan cruzar ilegalmente una frontera, sin aplicarles la protección establecida en la legislación de extranjería.

De un modo más coloquial, es el rechazo automático a todos aquellos que están “saltando la valla” como sucede en los territorios de Ceuta y Melilla, sin que lleguen a pisar el territorio nacional, sin que se produzca una detención formal, sin asistencia letrada y por supuesto, sin ni siquiera pasar a disposición judicial.

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Ana Bibang

¿A quiénes afecta?

A todos aquellos que intenten cruzar una frontera de modo ilegal y sean identificados por la autoridad policial. En nuestro país, se ha aplicado, como digo, en los territorios de Ceuta y Melilla, pero también está pasando en otros países.  No olvidemos las medidas que gobiernos como el italiano, han tomado en relación a las embarcaciones de migrantes en el Mediterráneo

¿Son legales?

Lamentablemente y en la actualidad, tras la aprobación de la que se ha denominado Ley de Seguridad Ciudadana, que modificó la Ley Orgánica 4/2000 sobre derechos y libertades de los extranjeros en España, sí lo son.
Hasta 2015, no existía ninguna regulación al respecto y estos sucesos ocurrían pese a las denuncias de las ONG y de algunos grupos políticos. Tras la aprobación de la Ley de Seguridad Ciudadana en marzo de 2015, se incluyó en su Disposición Final Primera la modificación de la legislación en materia de extranjería, introduciendo  una regulación especial para los territorios de Ceuta y Melilla, donde se autoriza el rechazo automático del migrante que sea detectado en el paso fronterizo correspondiente, tratando de adentrarse en territorio nacional de manera ilegal.
De este modo, se dio legitimidad a una situación que ya era un secreto a voces

¿Contravienen el derecho internacional?

Desde mi punto de vista, sí, España es parte en los principales acuerdos sobre derechos humanos y protección internacional. La Carta Internacional de Derechos Humanos, que contiene la Declaración Universal de Derechos Humanos, así como los diferentes pactos Internacionales en materia de derechos civiles y políticos, establece con carácter universal y fundamental, en tanto que especialmente protegidos, el derecho a libre circulación, el derecho de asilo y por descontado, el derecho a asistencia letrada y a una tutela judicial efectiva.

¿Qué otras medidas en materia migratoria son cuestionables, desde el punto de vista legal?

Creo que en la actualidad y especialmente en el seno de la UE, enmarcada aún en una crisis económica importante, una gran parte de las medidas adoptadas en materia migratoria se han adoptado de manera urgente y con mucho vacío legal, como el cierre de fronteras en Turquía o el endurecimiento de las peticiones de asilo en diferentes países de la Unión y por supuesto, el mantenimiento de los Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE)
Son medidas durísimas a nivel humanitario y en ocasiones entran incluso en conflicto con la normativa internacional en esta materia, las propias Directivas europeas e incluso con la legislación interna de cada país.

Tú trabajas en un gabinete de abogados centrado en extranjería, ¿qué es lo que más te ha sorprendido al conocer en profundidad el sector? 

La complejidad innecesaria del procedimiento y la imprevisibilidad de criterio.

La Administración es un gigante orquestado para hacernos la vida un poco más complicada (risas) y si eso lo vemos claramente los nacionales de un estado, que tenemos derechos adquiridos desde nuestro nacimiento ( o incluso los no nacidos) y por razón de nuestro origen, aquellos que dependen de su regularización para acceder a los derechos más básicos o, simplemente, para poder pasear por la calle sin miedo a ser detenidos, se pueden encontrar en un laberinto de procedimientos y trámites administrativos desesperantes.

Por otro lado, en la práctica, en la tramitación de expedientes te encuentras que lo que es válido en el resto de ordenamientos, en extranjería no vale para nada y los baremos que se siguen para la aprobación o la denegación de un permiso no siguen un criterio unificado en muchas ocasiones.


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Aluche

¿Qué actos no son punibles, pero sí reprobables? 

Desde mi punto de vista, siempre me ha parecido tremendo que una persona que consigue regularizar su situación, paga sus impuestos y cumple con sus obligaciones, como cualquier ciudadano, pase a situación ilegal en un abrir y cerrar de ojos o no pueda acceder a la sanidad, si se queda sin trabajo o si, por fuerza mayor, no puede renovar a tiempo su documentación.

Si la situación laboral o circunstancial no se subsana en un periodo de tiempo limitado, la expulsión está a la vuelta de la esquina. Todo ello es caldo de cultivo para situaciones de abuso a sabiendas de la necesidad.
Por otro lado, está el mantenimiento de los CIE, donde conviven forzosamente personas en situación irregular por defecto o inexistencia de permiso de residencia, con otras que han cometido delitos; tienen legitimidad legal y se rigen por la correspondiente norma reglamentaria, aunque haya sido objeto de críticas y denuncias, pero me parece una institución reprobable.

¿Qué es un CIE? 

Es un centro público de carácter no penitenciario, dependiente del Ministerio del Interior, donde se retiene de manera cautelar y preventiva a extranjeros sometidos a expediente de expulsión del territorio nacional.

¿Por qué se cuestiona su existencia?

Es una figura controvertida porque, si bien no es un centro penitenciario, es un centro de internamiento preventivo, donde se retiene (no se detiene) a todos aquellos que por diferentes causas están a la espera de que se tramite y ejecute la orden de expulsión.
El ingreso en el centro se realiza en base a un auto judicial y se dispone, por normativa, que la estancia en el mismo no se podrá ampliar más allá de los 60 días.
Sin embargo, si analizamos su estructura y funcionamiento tiene todos los caracteres de un centro penitenciario, en el fondo y la forma.

¿Quiénes suelen estar en los CIES?

Básicamente, todos aquellos que se encuentran en las circunstancias descritas en la normativa en materia de extranjería y del orden penal que conllevan orden de expulsión del territorio nacional y están a la espera de la ejecución de la misma.
A grandes rasgos, las personas que no tengan permiso de residencia o de trabajo válido y en vigor, que no puedan acreditar medios de vida, los que hayan sido condenados, dentro o fuera de España, por delito sancionado con pena privativa de libertad superior a un año,  quienes ejercen cualquier tipo de actividad delictiva y los que atenten contra el orden público y/o instituciones oficiales.

¿No tener los papeles es delito? 

No. No es un delito. No está tipificado como delito en el Código Penal. Es una infracción de carácter administrativo que lleva anexa la sanción correspondiente y que, en función de la gravedad de la sanción, puede ir desde una multa de carácter económico hasta la expulsión del territorio.

¿Entonces debemos usar el término “ilegal” o “irregular”?
Ilegal implica que no cumple con la ley e irregular que no se encuentra en condiciones adecuadas. Creo que es indiferente el término que se utilice, porque a fin de cuentas ambos conceptos sirven para referirse al extranjero que no tiene la autorización que corresponda para residir o trabajar y residir en el país.

Lo que me parece más importante, es dejar claro que la ilegalidad o la irregularidad en la situación de estancia o residencia del migrante tiene un carácter administrativo y no incurre en un ilícito penal.

¿Qué nivel de conocimiento tiene la población de lo que sucede en los CIES?
Muy escaso. No es una realidad que afecte o importe al groso de la población. Salvo que, por circunstancias muy concretas, ya sea ascendencia o vínculo familiar, por trabajar en organizaciones humanitarias o similar, tengas acceso a esa realidad, lo habitual es que se desconozca.

¿Y en materia migratoria, que sabemos?

Lo que nos muestran los medios de comunicación. En los últimos tiempos, con los movimientos de personas migrantes de carácter masivo como consecuencia de conflictos bélicos, es habitual ver en la prensa las situaciones tremendas que se viven en las fronteras ya sean marítimas o terrestres.
Por lo demás, salvo por los motivos que he comentado antes, que toque de cerca por razones personales o profesionales, el desconocimiento es grande.

¿Por qué medida, acción o ley, en cambio, tenemos que felicitarnos en España?

La normativa que tramita los trámites de regularización para las parejas o cónyuges (no comunitarios) de los ciudadanos de la Unión Europea, que agiliza los plazos en cierta medida y la aprobación de la Ley 14/2013, de 27 de septiembre, de apoyo a los emprendedores y su internacionalización, que ha facilitado (no sin pocas trabas) la movilidad internacional de profesionales cualificados, inversores y emprendedores, lo que ha supuesto una inyección importante a nivel económico.

¿Cuáles son los tópicos que deberíamos desmontar desde YA?

Prejuicios clásicos que se instauraron en época de bonanza económica del país, como que los inmigrantes perjudican laboralmente a los nacionales del país o que tienen acceso a mayores beneficios sociales.

Las cifras oficiales de empleo en la época de bonanza económica demostraban que la población inmigrante se ocupaba en aquellos trabajos que no eran ocupados por los nacionales, especialmente en la hostelería, la construcción y el servicio del hogar, empleos sacrificados y con baja remuneración; de igual modo con la crisis económica, aquellos inmigrantes que han logrado mantener su puesto siguen desempeñándolo en los mismos sectores y en peores condiciones, mientras que los que perdieron su trabajo, han retornado a su país. Tanto es así, que se dispuso un programa de retorno voluntario por parte del Ministerio de Empleo.

La emigración es una situación muy dura a todos los niveles y la regularización un camino difícil, esa es la realidad.

Muchísimas gracias por tu tiempo y por hacernos partícipes de tus conocimientos y experiencias.


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