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jueves, marzo 28

¡Quien manda en mi pelo soy yo!

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Nuestra vida de gente negra no es fácil y si eres mujer entonces peor aún. Todo lo que se refiere a nuestra existencia tiende a ser capturado, dominado, estereotipado, animalizado e incluso cuando pensamos que estamos siendo apoyados, hay que prestar atención: no todo es lo que parece ser.

Últimamente se ha hablado mucho sobre el pelo rizado, los medios de comunicación ya han descubierto nuestro potencial de consumidoras y hemos visto incluso los tutoriales de marcas famosas de champú con consejos para el pelo rizado, pero ahí es donde empieza mi cuestionamiento: ¿De qué cabello estamos hablando ?

No olvidemos que vivimos en una sociedad marcada por el racismo, el patrón de belleza es eurocéntrico y todo lo que se aleja mucho de ese patrón es considerado como feo. Y es así que cada vez que los medios de comunicación y las empresas hablan sobre el pelo rizado, la gente tiene la impresión de que se está hablando de  «un determinado tipo de cabello» que uno puede usar porque es más agradable para el patrón euroblanco, ese afro que es exótico, casi blanco y ay .. lo siento … pero realmente necesito hablar de esa ola de la veneración de los racimos.

Hoy en día existe una normatización para las personas de pelo rizado: su pelo tiene que formar racimos perfectos, tiene que tener un cierto nivel de soltura y de balance. Si no es así no es bonito. ¿Y me pregunto qué ganamos las mujeres negras con eso?

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Hemos ganado una prisión diferente a la que teníamos antes, pero si una sabe que la jaula bonita no da de comer el canario, la dictadura del cabello rizado suelto como patrón de belleza tampoco emancipa y difícilmente agrega a todas las mujeres negras.

¡Seamos más! Reconozcamos los intentos sutiles de encarcelamiento y percibamos que nuestra negritud es múltiple, existen múltiples tipos de cabello, hay muchas mujeres que incluso deciden afeitarse la cabeza, otras que poseen poco o ningún pelo … ¿no serían ellas mujeres negras por eso? ¿Serían menos bonitas? ¿Se percibe la trampa?

El esencialismo destruye la posibilidad de singularidad. Los patrones que nos quitaron la condición de humanidad y belleza, no nos engañemos, no serán los que nos la devuelvan.

No olvidemos jamás: En nuestro cabello mandamos nosotras. En mi pelo mando yo.


Viviana Santiago

Activista afrobasileña. Creadora del Blog Palavra de Preta


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1 comentario

  • Excelente entrada. Desde siempre los cacones de belleza impuestos por la sociedad indican qué tipo y forma de cabello es el adecuado, por lo que, el cabello de la población negra es visto como algo exótico, insalubre y feo. Aunque podamos llevar el cabello como queremos, continúamos atados a una cárcel de esclavitud

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