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jueves, marzo 28

8 razones por las que quieren tocar el pelo de las mujeres negras y por las que decir que no

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Publicado originalmente en everyday feminism
http://everydayfeminism.com/2015/09/dont-touch-black-womens-hair/

Hay un millón de maneras de hacer un cumplido a una mujer negra. Me podrías decir estas radiante. Me gusta tu barra de labios (es difícil que esto me impresione) Pero lo mejor es que me digas que te gusta como pienso. No sólo quiero que me hagan cumplidos. Te estoy dando opciones para evitar la temida manía de tocar mi pelo.

Estoy seguro de que has oído antes que a las mujeres negras no hay que tocarles sus rizos. Pero, ¿realmente entiendes  por qué es tan importante mantener tus manos lejos de nuestras trenzas?

Se trata de una microagresión muy común, que es una forma sutil de racismo a menudo realizado por alguien que cree no ser racista. Ha habido un montón de gente (por lo general la gente blanca) que ha tocado mi pelo, y en la mayoría de los casos, el contacto viene como un cumplido bien intencionado.

Pero es probable que no sepas por que existe esa  tentación de tocar tanto el pelo de las mujeres negras en la sociedad y simplemente sigues tu propio impulso.

La cosificación y fetichismo de los cuerpos negros ha sido parte de la cultura del mundo desde la esclavitud, y es todavía  una de nuestras luchas cotidianas. Este comportamiento afecta a todos los negros, pero para este texto me centraré en el sexismo racializado contra las mujeres.

Tu me dirás que cuando tocas el pelo de las mujeres negras no tienes intenciones racistas o sexistas. Entonces, ¿cómo se relaciona esto con el racismo o el sexismo?

La respuesta se reduce a la de nuestros principales valores feministas, consentimiento (respetando la autonomía de cada uno sobre su propio cuerpo, incluyendo el pelo). Tocarnos el pelo es sólo una de las formas en que a las mujeres negras se les niega este derecho en nuestra sociedad.

Vamos a ver las razones más comunes que he escuchado para tocar mi pelo, y cómo se relacionan con la supremacía blanca pratiarcal.

1. Soy muy curioso

Fui a un taller de escritura donde una mujer tenía una curiosidad insaciable por conocer la textura de mi pelo. Nunca había visto un pelo como el mío antes y se le salían los ojos de su órbita cuando miraba mis cabellos.

Finalmente me rendí a dejar que me tocara el cabello. La pobre mujer iba a ponerse mala. 

Ella hizo las mismas preguntas que todas las personas blancas curiosas: “¿Es de verdad? ¿Cómo se pone así? ¿Cómo te lo lavas?” 

Entiendo la curiosidad. Pero ¿sabes por qué tienes tanta curiosidad? Es porque la textura de mi pelo 4C es casi siempre invisible en la sociedad en la que vivimos.

Los estándares de belleza eurocéntricos significan que las mujeres blancas son mucho más comunes en los medios de comunicación que los de las mujeres negras. Las mujeres negras que son visibles tienden a tener el cabello alisado químicamente. Incluso existen muchas dificultades para encontrar consejos para el cuidado e imágenes de mi tipo de cabello. Así que tiene sentido que no le haya llegado esta información y aprecio que desee corregir su falta de la misma.

Pero a diferencia de los blancos que no se dan cuenta de lo inusual de mi pelo hasta que sienten la necesidad de tocarlo, yo si que me doy cuenta de la invisibilidad de mi tipo de cabello constantemente.

Y de que esa invisibilidad transmite el mensaje constante de que mi pelo es poco atractivo. Ese es uno de los muchos mensajes de los medios sobre la inferioridad de las mujeres negras. Es difícil sentirse bien con una misma cuando las imágenes populares de “belleza” no se parecen nunca a ti.

Así que si realmente quieres aprender acerca de nuestro cabello, encuentra información a través de la investigación en lugar de recordarle a una mujer negra que su belleza rara vez se celebra.

Si conoces bien a una mujer negra podrías pedirle respetuosamente si quiere contestar a algunas de tus preguntas. A algunas mujeres no les importa, pero no tienes derecho a sus respuestas. Educar a la gente es algo agotador, por lo que muchas mujeres negras simplemente no tiene ganas de hablar de ello.

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2. Te parece fascinante mi pelo

A veces mi pelo evoca más que curiosidad. Algunas personas, al igual que la mujer de mi taller, se asombran.. Así es como algo fascinante puede ser algo malo.

Las mujeres negras son a menudo ignoradas en la sociedad  y somos tratadas en los medios como si no existieramos. Nuestro cabello es colocado en lo marginal con insultos y malos entendidos como la interpretación de que las trenzas en los negros son símbolos pandilleros.

Incluso cuando que te ignoren parece “positivo”no puedes hacerlo. Se interrumpen nuestros esfuerzos para existir simplemente sin ser tratadas como si fuéramos anormales. En el taller de escritura, por ejemplo, que había esperado estar tranquila, la mujer rompió mi  introspección.

En lugar de esto tenía las manos de una extraña sobre mi pelo. Y  los “cumplidos” que básicamente dijo fueron: “Wow, eres diferente!” Y la presión para responder a sus preguntas. Fue un poco de deshumanizador, a pesar de que no fuera su intención.

Rara vez se ven mujeres negras en los medios de comunicación e incluso las imágenes “positivas” no son objetivas y tienden a tratar a las mujeres negras como objetos. Eso no es bueno, incluso si somo objetos fascinantes.

Mi cabello es una de las maneras en las que tengo control sobre mi propia imagen. No es sólo una anomalía para que las personas lo toquen. Reclamo mi propia belleza y existir sin ser considerado algo exótico.

3. Quiero hacerte un cumplido

Puedes pensar que esta me gustaría. ¿Quién no querría un cumplido?

Esto es difícil, porque aprecio las buenas intenciones y luego me siento mal por el rechazo a tu cumplido. Voy a explicarme para no tener que ver tu decepción al darte cuenta de que este es el camino equivocado para felicitarme.

Digamos que estás en una fiesta y llego con mi afro peinado, brillante, y en su punto. No me importaría en absoluto si tu me dices lo genial que se ve mi pelo. Pero si tu me dices que mi pelo se ve tan hermoso que darías cualquier cosas por meter los dedos en él tengo que parar ahí mismo.

Estás pasando de una especie de cumplido a la fascinación por ocupar mi territorio. No es halagador para ser exotizada como una criatura extraña, incluso si tu lo dices de una forma “positiva”. 

Además, si el pelo se ve bien, ¡no se ensucia! No pasé tanto tiempo con él sólo para ir por ahí con un hueco con la forma de tu mano.

Imagina un escenario diferente. Tu has creado un hermoso sombrero, hecho a mano, y lo estás llevando con orgullo en la fiesta. Me acerco, llena de fascinación, y digo: “Me gusta el sombrero.”

Entonces, antes de que puedas decir “gracias”, tiendo la mano y lo aplasto con la palma. 

¿No sería frustrante? ¿No sería incluso más frustrante si cuando te molestas te digo : “Deberías apreciarlo! Es un cumplido»?

Eso es simplemente una grosería. Así que por favor, respetar a las mujeres negras y limitense a los cumplidos verbales sobre nuestro cabello.

4. No es para tanto

Tocar mi pelo es relativamente inofensivo en comparación con otras formas de deshumanizar a las mujeres negras, por lo que podría tratar de “pasar de ello”. Pero en primer lugar, seamos claros acerca de lo que estoy reivindicando.

Ahí está la historia de la propiedad de los cuerpos negros por los blancos. El ejemplo obvio es la esclavitud, cuando los negros eran considerados propiedades de sus amos por la ley. No tenían ningún poder sobre su propio cuerpo. En particular las mujeres eran objeto de violaciones por los propietarios de esclavos .

Eso es suficientemente horrendo, pero hay muchos más ejemplos de la historia. Como el hecho de que los negros a mediados de los años 1850 fueron consideradas como una desviación de la “norma” y fueran exhibidos en zoológicos y demostraciones anormales .

Una mujer, Saartjie Baartman, fue exhibida en una jaula, objeto de burla y humillada. Incluso después de su muerte, los científicos diseccionaron su cuerpo para investigar la diferencia entre la mujer “salvaje” (Negra) y la mujer (blanca) “civilizada”.   Los genitales y el cerebro estuvieron en frascos de formol hasta 1985.

Saartjie Baartman no fue enterrada hasta 2002. En medio de tensiones raciales, su lugar de enterramiento en Sudáfrica fue destrozado recientemente .

Esta es nuestra historia como mujeres negras, pero no es algo del pasado .

Estrellas blancas como Miley Cyrus y Amy Schumer han decidido liberarse mediante el uso de los peinado de las mujeres negras. Mientras tanto, las mujeres negras experimentan microagresiones diarias, incluyendo frases degradantes destinadas a ser cumplidos, cómo “Eres bastante guapa para ser negra” o “tu no eres como otros negros”.

Y aunque ninguno de estos actos individualmente pueden parecer gran cosa, no caen en un saco vacío. Se combinan para dar a las mujeres negras la constante sensación de que nuestros cuerpos son siempre cosificados, juzgados y alterizados.

En el momento se intentar tocar mi pelo, no importa cuán bien intencionadamente lo hagas ten en cuenta que estoy cansada de ser un objeto. Es no es importante para ti , pero puede ser la gota que come el vaso para mí.

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5. Tu no te ofenderías si alguien tocase tu pelo

Si tratas a los demás como te gustaría ser tratado debes respetar los límites de las mujeres negras de manera  parecida a lo que tu quieres que lo hagan contigo, incluso si tus límites son diferentes a los míos.

Tengo una amiga blanca que una vez me pidió que le pusiera el pelo recogido en una trenza. No le importaba mi tacto, a pesar de que yo era terrible trenzándola, porque para ella es “simplemente el pelo.”  Pero cuando quería cambiar de rol y trenzarme el pelo, la detuve.

Porque para mí y para muchas otras mujeres negras es más que “sólo el pelo ” es una fuente vital de autoreconocimiento.

Para muchas de nosotras el pelo natural es una declaración política al abrazar nuestra belleza en lugar de la idea de que tenemos que cambiar para ser aceptadas.

Como resultado, hemos sido llamadas “feas”, discriminadas en el mercado laboral  e identificadas como sucias. Nos han dicho desde que éramos niñas, a menudo las mujeres en nuestra propia familia, que algo estaba mal con nuestro cabello, y que el mundo no lo aceptaría tal cual.

Así poseer y amar a nuestro cabello es un acto revolucionario de recuperar nuestro valor. Es una parte integral de nuestra experiencia cultural. Una persona blanca tocándome el pelo tiene un significado diferente que cuando de lo hacen a una persona blanca ya que su  humanidad se afirma con mucha más frecuencia.

Esto se aplica a todo tipo de situaciones. Las personas de diferentes razas tienen condiciones sociales que les afectan de una forma única. Por lo general la cuestión de “¿se ofendería una persona blanca?” no es una medida objetiva para saber si algo es o no bueno para los negros.  

6. No tienes idea de la frecuencia con que pasa esto

Las mujeres negras tratan con personas que quieren tocarle su pelo bastante más a menudo de lo que parece. 

Si se acerca a una mujer negra diciendo “Sólo quiero tocar tu cabello” es bastante seguro que no es la primera vez que ella ha oído eso. 

Todo el mundo que me pregunta si pueden tocar mi pelo pertenecen a una larga lista de personas que me alterizaron, incluyendo extraños que tocan el pelo sin preguntar. El impacto psicológico de tener constantemente gente que se siente con derecho a invadir mi espacio personal me ha desgastado.

Si tu no eres una mujer negra y duda de que esto ocurre con tanta frecuencia, considera que … bueno, precisamente no eres una mujer negra, por lo que nunca has caminado en mis zapatos o bajo mi afro.

Hazme un favor y toma la palabra por mi o encuentra muchas mujeres negras  para hablar y escribir sobre esto y te lo confirmen. A continuación empezarás a sentir empatía por aquellas de nosotras a las que tan a menudo han violado nuestros límites .

7. Tu conoces a alguien a quien no le importaba

¿Conoces a una mujer negra que no le importa cuando la gente toca su pelo? ¡Yo también! Todos tenemos diferentes preferencias y yo no pretendo ser la autoridad en todas las fronteras de las mujeres negras.

Incluso mis preferencias varían. Por ejemplo, yo he dejado que los niños curiosos toquen mi pelo porque (a diferencia de los adultos) no entenderían por qué no me gusta que lo hagan. En los límites de las mujeres negras está no tocar el pelo, pero ese no es ni siquiera el más importante.

Lo importante es que todo el mundo merece ¡que se respete su espacio personal. Como feministas, el respeto por el consentimiento es uno de nuestros valores fundamentales. Eso debería incluir no asumir que una mujer negra consiente al tacto, incluso si a otra mujer no le importaba. ¿Qué tal si pides permiso? 

Pero al igual que el consentimiento sexual incluye cosas como el lenguaje corporal y el estado de embriaguez, obtener el consentimiento para tocar el cabello de una mujer negra incluye algo más que preguntar. También hay que considerar que el contexto  es más amplio. Significa que has interiorizado la alterización de la sociedad de las mujeres negras y debes trabajar en eso antes de satisfacer tu curiosidad.

Puede haber situaciones en las que las mujeres negras no les importa que les toquen. Pero también hay situaciones como la del taller de escritura, cuando dejo que la mujer me toque, porque quería evitar cualquier problema. Y momentos en los que la persona que quiere tocar mi afro tiene una posición de poder, como por ejemplo un jefe, y hay mucha presión para ser “amable” por que te juegas tu puesto de trabajo.

Así que es mejor mantener las manos quietas, incluso si has preguntado antes de tocar.

8. Te ofendes porque no te dejo tocar mi pelo

Vamos a hablar de esos “problemas” que puedan surgir si digo “no”.

Siempre que escribo acerca de cómo la gente blanca puede evitar ser opresivo, algunos blancos se oponen inevitablemente a que les digan lo que “pueden y no pueden hacer.” Tu no quieres ver tu libertad limitada, pero en muchos casos, esta reacción no es sobre la libertad. Se trata de derechos.

El tocar mi pelo es el ejemplo perfecto.

Es un acto que invade mi espacio personal, y si no quiero (incluso si no entiendes por qué no) debes respetar mi elección. Es decir, que estamos tratando de MI pelo.  Incluso mi gato pone sus límites cuando no quiere ser acariciado, por lo que ¿no debería yo, como ser humano,ser respetado  al poner mis límites?

Como mujer estoy sujeta a la cultura violación que dice que los hombres tienen derecho sobre mi cuerpo. Como mujer negra estoy bajo aún más presión al estar disponible para que otras personas entren en contacto.

Me han llamado “aguafiestas”, “mala leche” y me han dicho tener una  “reacción exagerada” por decir “no” a que me toquen el pelo. Pero si te tomas como algo personal cuando una mujer negra no te permite tocar su pelo, como te tomarás cuando te dice no a otra cosa .

Tener personas se sienten con derecho a invadir nuestro espacio personal en todo momento nos coloca en una posición vulnerable. Estamos presionadas para dejar que nos toquen yluego somos demonizadas por hacer valer nuestros límites.

Así que no te ofendas si una mujer negra rechaza tu solicitud para tocar su cabello, porque realmente no tienes nada de que hacerlo.

Esos son la mayor parte de las razones que he oído para querer tocar mi pelo. ¿Has apuntado todas las buenas razones para no hacerlo?

Con este simple acto de autocontrol  puedes ayudar a cambiar la cultura a tu alrededor, incluyendo:

  • Ayudar a las mujeres negras a que se sienten más seguras mediante el respeto a nuestro espacio personal.
  • Preservar intactos los peinados de las mujeres negras.
  • Al ser un aliado más de apoyo.
  • La creación de la cultura de consentimiento mediante el respeto de los límites de las mujeres negras.
  • Resistiendo la influencia de la otredad de la supremacía blanca de los cuerpos negros.

Prioriza estos objetivos antes de dar rienda suelta a tu curiosidad. La próxima vez que te apetezca tocar el cabello de una mujer negra recuerda que tus razones no importan.

Y si me ves en la calle, no dudes en hacerme un par de cumplidos. Los aceptaré con mucho gusto sin tus manos en mi pelo.

Maisha  Z. Johnson es responsable de contenido digital y Redactor de Everyday Feminism. Puede encontrar sus textos sobre en las intersecciones y sobre su obsesión con la cultura pop en la web. A través de su propio proyecto,  Inkblot Arts ,  Maisha  se nutre de las artes creativas y medios digitales para amplificar las voces de los que a menudo son silenciados. Síguela en Facebook  o en Twitter  @mzjwords .

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