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jueves, marzo 28

Así fueron las jornadas ayer- Afrodescendencia y Medios de Comunicación con Lucía Mbomío

Kossi comentando cuán difícil es que se nos pague por nuestro trabajo
Kossi comentando cuán difícil es que se nos pague por nuestro trabajo

Queridas Afroféminas:

Ayer tuvimos la segunda sesión dentro de nuestras Jornadas de Afrodescendencia. Estuvo Lucía impartiendo el taller de Afrodescendencia y Medios de Comunicación. La pena es que llovía a cántaros en Zaragoza. Aún así, con las personas que asistieron fue más que suficiente para que se creara un debate con mucha enjundia y también para demostrar el desinterés de instituciones relacionadas con la inmigración:dígase ONG y otras instituciones, esas mismas que se permiten hablar por nosotrxs. Me preguntaba cómo no estaban allí para escuchar todos esos discursos que estoy segura que ignoran. Basta media vez con analizar los enfoques de sus mensajes y comprobar que jamás han escuchado, que son, como el resto de las instituciones españolas, igual de colonialistas y racistas. Conscientes o inconscientes, me da igual.

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Lucía estuvo genial, como buena periodista que es, comunicaba estupendamente. No hay nada como saber bien de qué se habla, no hay nada como tener la experiencia de estar en ambos lados, para entonces entender y empatizar. Porque cuando hay una serie de experiencias que no se viven- porque se es blancx, porque se es clase media real, porque se tiene dinero- se tiene la obligación de buscarlas y aprenderlas sobre todo cuando se recibe un sueldo como es el caso de algunas ONG. Ya está bien de hablar desde el privilegio y encima sentirse legitimado para defendernos. Si yo estuviese en ese lugar, a mi me daría vergüenza. Porque en ese caso no se trabaja para los negros, no se trabaja para los inmigrantes, más bien se vive de ellos que es muy diferente. Si interesara realmente tenían que estar allí, asistiendo a una jornada en abierto, a escuchar, a aportar si es el caso, pero sobre todo a escuchar y aprender de lo que se ignora.

Y hablando de privilegios, ayer fui consciente de algunos privilegios que tengo como mujer negra, que viene de Cuba, país que se mira mejor y que además está casada con un hombre blanco español. No no soy culpable de nada de esto, pero reconozco que dado al racismo español, a mi se me abrirían más puertas que algunas de las personas que asistieron ayer. Fui consciente del privilegio de mi hija de tener un padre blanco en España. Sé perfectamente y lo he diucho en esta tribuna en reiteradas ocasiones, la diferencia cuando voy sola a una institución española y y cuando voy acompañada de alguien blanco y español. Se de primera mano qué es desaparecer como persona en cualquiera de estas oficinas, se cómo tratan a una mujer negra, se del ninguneo que sufrimos muchas incluso en ocasiones cuando ni siquiera hemos podido hablar. España es muy racista. Y estos privilegios se acentúan precisamente por el sistema racista institucional que hay en este país. Desconocía completamente que una chica de 20 años nacida en España, que lo único que ha visto es este país, que ha estudiado desde el infantil hasta la universidad en este país, que sus padres son los dos inmigrantes de países africanos,  se le negase la nacionalidad, se le obligase a hacer un examen de castellano, el idioma que sabe hablar con toda naturalidad, con el acento de cualquier chica blanca española de su edad y que además  también se le negase la nacionalidad en el país de sus padres. Una de estas chicas asistió ayer, que por cierto está en estos momentos cursando su primer año de la carrera de Psicología. El testimonio de esta niña fue impresionante. Estaba muy enfadada y no era para menos.

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No sé si seremos capaces de transmitir toda esta energía en el documental final, pero lo intentaremos.

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Lucía, Yo (Antoinette) y Verona (mi hija)

 

AntoinettetsCV_AfroféminasAutora: Antoinette Torres Soler

Directora de Afroféminas

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6 comentarios

  • MONICA NDONGO

    El caso que comentas de la chica de 20 años es aterrador. Sólo conociendo casos así te haces consciente de tu privilegio, en mi caso, (negra habiéndo nacido en España de padres nacionalizados españoles cuando nací), es haber nacido al inicio de los 80, cuando para otorgar nacionalidad se aplicaba el derecho de tierra (haber nacido en territorio español). Me lleva a la conclusión de que en treinta años es posible que la sociedad sea menos racista pero las instituciones lo sean más.