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viernes, marzo 29

Yo si soy de es@s!!

yo si soy de esas_Afroféminas

Mi nombre es Génesis Anangonó Chalaco, tengo 18 años, nací y crecí en Ecuador en el seno de una familia tradicional y conservadora, soy una periodista en proceso.

Soy hija de dos maravillosos seres, a quienes percibo como perfectos, aún en su imperfección. Ellos son una pareja interracial, mi padre es negro y mi madre blanca. Los prejuicios, la ignorancia, la intolerancia y el irrespeto por la diferencia fueron desde el inicio de su relación una pesada cruz que debieron cargar.

Por muy difícil que resulte, en ocasiones este rechazo viene de la familia como fue el caso de mi madre. Ella fue juzgada y criticada por su madre y hermanas cuando decidió oficializar su relación con mi padre, y como era de esperarse, ellos no fueron los únicos en emitir juicios de valores sobre la relación que se consolidaba cada día con más fuerza. Pronto los colegas, amigos y demás empezaron a “opinar”. Comentarios como: “Qué fue lo que le viste, Muy bien te has conseguido una blanquita, Sabes que él no es para ti, Ella es demasiado para ti…” y un sinnúmero de ofensas con tintes racistas se suman a la larga lista de opiniones que mis padres escucharon.

Con el nacimiento de mi hermana mayor y con el mío posteriormente, estos comentarios redujeron. Lo que con frecuencia que mis padres escuchaban era: “Son muy lindas sus hijas. Han salido claritas. No son muy negritas, se parecen a la madre, etc…”. Durante mi infancia, recuerdo claramente como mi madre inculcaba en nosotras (mi hermana y yo) valores de  respeto e identificación con nuestras raíces negras, de las cuáles siempre nos hizo sentir orgullosas. Aunque me esfuerce en recordar un episodio racista del que haya sido víctima, al contrario de muchos afrodescendientes, yo no logro recordarlo y creo que esto se debe al cuidado y la bien realizada labor de mi madre, al hacernos sentir iguales al resto. Mamá siempre ha dicho, “ustedes no son mejores ni peores que los demás, son iguales al resto y deben cerrarles la boca a los que creen y dicen lo contrario”.

Al crecer en medio de una mixtura de culturas, he escuchado desde siempre comentarios como: “Tú no eres igual a otras negras, tú no eres de esas negras, es que hay negros y negros, tú no eres como esos”. Ante lo que debo confesar me enorgullecía, creyendo de verdad semejantes disparates que la gente me decía. Durante mi adolescencia crecí muy orgullosa de esos comentarios y los repetía cuando tenía oportunidad de hacerlo, me sentía superior a “esos negros”, porque yo no era como ellos. Gracias al constante esfuerzo de mis padres, siempre he tenido recursos para vivir cómodamente, factor que contribuía a que me sintiera aún más superior que “esos negros”.

Tanto naturalicé ese discurso que intenté alejarme definitivamente de mi raza, por muchos años me negué a convivir con “esos”, a tal punto de no tener entre mi círculo social a gente negra. De las relaciones sentimentales ni se diga, siempre rechacé a los hombres negros que me pretendían con el estúpido pensamiento de que debía mejorar la raza y por ello debía relacionarme con hombres blancos y aunque jamás me avergoncé de ser negra quería estar por encima de “esos”, que yo consideraba diferentes. Si ya lo sé, ahora lo sé… Tanta ignorancia junta no puede caber en una sola cabeza, pero por conocimiento de causa sé que hay muchas personas negras que piensan como yo pensaba y es que con tantos mensajes racistas que vemos explícitamente en los medios y que la sociedad reafirma, es difícil no pensar así, es que ¿quién quiere ser parte de una minoría, quién quiere ser diferente, quién quiere ser uno de “esos”?.

Hoy por hoy he comprendido que yo SI SOY DE ES@S, con la única diferencia de que tuve la suerte, bendición o como prefieran llamarle, de nacer en condiciones que lastimosamente no todos poseen para convertirse en lo que quieren ser. Actualmente me siento avergonzada de haber sido una más de esos que reproducen discursos y acciones racistas en contra de su propia raza. Y siento que tengo el deber moral y ético, (frente a mis convicciones personales y periodísticas), de limpiar mis acciones pasadas concientizando a más personas que como yo querían estar por encima de su propia raza, pues la lucha de nuestros ancestros no debe ser motivo de vergüenza, sino de orgullo, agradecimiento y de enseñanza a las futuras generaciones y para que los que nos consideran “diferentes”, ya que nosotros SI SOMOS DE ESOS, somos descendientes de esos y esas negras que se enfrentaron a los prejuicios y la discriminación para hacernos libres.

Es la primera vez que manifiesto lo que por años he ocultado, a través de una de mis grandes pasiones, la escritura, porque hoy me siento libre y capaz de despojarme de los prejuicios que por tanto tiempo me acompañaron, hoy comparto con ustedes mi voz para que más personas como yo, entiendan la importancia de reconocernos e identificarnos con nuestra raza, de apoyarnos mutuamente y de ser uno solo.

Génesis-colaboradora_AfrofeminasAutora: Génesis Anangonó

FACULTAD DE COMUNICACIÓN

Estudiante de Periodismo

Universidad de Las Américas – Ecuador

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