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viernes, abril 19

Cuando llegar a ser un ‘Field Negro’ no es tan fácil

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Malcolm X, al igual que otros muchos pensadores, parte de la base de la existencia de dos tipos de negros desde tiempos remotos: el ‘House Negro’ y el ‘Field Negro’.

El ‘House Negro’ (el negro de la casa), siempre cuida de la casa del amo, vive mejor que el negro de campo (field negro), viste mejor, no pasa frío por las noches. El ‘Field Negro’ en cambio no tiene el plato de comida asegurado, vive en las peores condiciones posibles por su condición de negro insumiso, inconformista, luchando por anhelar su libertad y la de sus análogos.
La figura del ‘House Negro’ hoy en Occidente se entiende como todas aquellas personas que aún poseen una ‘mente colonizada’, dónde aún no se han cuestionado ni en la teórica ni en la práctica su situación en la sociedad. En el momento que una decide empezar su deconstrucción hacia el Field Negro, la mente negra totalmente decolonizada e incluso afrocentrada, se da cuenta que esta transición no es sencilla; el vivir en la diáspora la ha alienado tanto de su tierra natal que no sabe sí quiere seguir por el camino de la deconstrucción. Ser una ‘House Negro’ es una zona de confort, donde  una no se cuestiona sus techos de cristal que siempre le han impuesto, pero la transición al ‘Field Negro’ es muy espinosa, pero sabes que en el fondo tu objetivo es llegar a la libertad y conocer tus raíces que nadie, aquí en la diáspora, te ha recordado que tenías.

En este camino hacia la libertad, una se da cuenta que ser afroeuropea, te confiere una serie de privilegios a diferencia de otra persona que haya sufrido un proceso migratorio hacia la mal conocida «tierra de la salvación».

Habiendo nacido aquí, una está condenada a ser una subalterna, siendo esta una subalternidad construida por y para Occidente. Si lo que de verdad se quiere es llegar al Field Negro como comunidad, hay que deconstruirse a una misma, hay que deconstruir esa parte blanca que inherentemente una tiene por haber olvidado a sus raíces. Si queremos llegar a la transversalidad, una tiene que dejar sus privilegios atrás y los discursos academicistas. No doy gracias por haber nacido en la diáspora, pero haber nacido en ella, ha evitado tener que dedicarme a ciertos trabajos.

Si queremos hablar de negritud y transversalidad, debemos ser capaces de poner nuestros privilegios sobre la mesa y  atrevernos, a deconstruirnos para llegar al verdadero ‘Field Negro’, sin olvidar que es algo totalmente occidental y teórico. Occidental, porque en otros lugares del mundo, no se dan esto debates y no existe esta dispersión. De esta dispersión construiremos nuestras identidades.

Jainaba_Colaboradora_AfroféminasAutora: Jainaba

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