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viernes, marzo 29

Yusimí Moya. Vivir la danza


Yusimí Moya Rodríguez es una habanera de nacimiento de 28 años y  por encima de todo es bailarina. De dilatada carrera y formación, a Yusimí podemos verla bailando danzas tradicionales afrocubanas o piezas contemporáneas de increíble sensibilidad y plasticidad.

Siempre Cuba ha tenido una relación especial con ese arte que se expresa con la música y la danza. Los cubanos bailan como sienten y tienen una larga tradición de bailarines de renombre internacional. Yusimí es parte de esta tradición y ha trabajado en algunos de los conjuntos nacionales más importantes de Cuba. En la actualidad vive en Viena y compagina su trabajo profesional como bailarina con la enseñanza. Ella es nuestro referente afro de hoy y nos habla de su modo de entender la danza y el arte.

Afroféminas.: ¿Cómo y cuándo sentiste que te gustaba la danza? ¿Siempre quisiste ser bailarina?

Yusminí.: Tenía 7 años de edad cuando vivía en el Oriente de Cuba. No tenía claro en ese entonces que quería ser bailarina, solo era un sentimiento que estaba dentro, «BAILAR». Recuerdo que frecuentemente un señor caminaba por la calle de mi casa con muchos instrumentos hechos por él. Tocaba diferente estilos y el que siempre me sacaba de la casa y me iba bailando detrás era LA CONGA y lo que él llamaba SALSA. Mi madre siempre tenía que recogerme al final de la calle o sino continuaba con  hasta donde terminara. No fue hasta entonces que una periodista amiga me vio en una de esas tardes bailando y le aconsejo a mi madre que me llevara a una escuela pequeña de arte llamada CASA DE LA CULTURA. Recuerdo el día que comencé por primera vez. Mi primera experiencia fueron los bailes populares cubanos con una adorable profesora. Era fácil, pues el ritmo y los deseos de aprender estaban allí.Pero todo cambio cuando la instructora se fue. Allí comenzaron mis primeras clases de DANZA MODERNA e IMPROVISACIÓN, un gran cambio.

A.: ¿Comenzar fue sencillo o  tuviste que enfrentarte a muchas dificultades?

Y.: Comenzar no fue nada fácil, era la más pequeña del grupo, me enfrentaba a un cambio total en otra dirección,  donde el cuerpo tiene una disciplina y exige mucho trabajo. Pero lo más duro en este tiempo fue necesitar cosas básicas como zapatillas, ropa de ensayo, vestuarios para las presentaciones. Si, fue difícil por proceder de una familia con pocos recursos, me di cuenta y más que yo, mi madre.

Pasaron 4 años cuando llegaron las audiciones para la ESCUELA PROVINCIAL DE ARTE, ¡que momento!. Por fin comenzaba mi carrera en otro nivel con 12 años. Estaba feliz. En Oriente solo estudié un año, luego decidimos ir a la Habana para hacer las pruebas en la ESCUELA NACIONAL DE ARTE ( ENA ). Al ser aceptada por el jurado nos instalamos en la Habana para continuar allí mi carrera.


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A.: ¿Crees haber tenido una carrera exitosa?¿Estas satisfecha?

Y.: Aun no puedo evaluar mi carrera dándole una vista exitosa. Falta mucho por hacer, crear, por satisfacer la ambición como bailarina.  Pero si puedo decir que estoy satisfecha y orgullosa por mi formación, por haber trabajado con magníficos coreógrafos y directores como OSNEL DELGADO, ALBERTO MENDEZ, ISIDRO ROLANDO THONDIKE, ESTEVAN DELGADO, SANTIAGO ALFONSO… mostrando la cultura en la escena contemporánea y Afrocubana fuera y dentro de Cuba. Lo logrado hasta ahora me demuestra el camino correcto.

A.: ¿Cuál ha sido el momento más feliz en tu carrera?

Y.: Uno de los momentos mas felices fue cuando obtuve mi primera coreografía como solista para mi pase de nivel con la profesora Maria Cristina Aldama en la ENA y ver felicidad en mi madre el día de mi graduación.

A.: ¿Y el más difícil?

Y.: El mas difícil fue ser alumna de una profesora que me hizo sentir en algún momento de mi carrera que no podía. Me ignoraba del resto de la clase y me afectó en ese momento. Gracias a muchas personas pasó a ser una experiencia más para saber que el mundo del arte no es fácil pero te hace fuerte.

P.: Eres bailarina, coreógrafa… y también profesora. ¿Qué significa para ti esa faceta de educadora?

Y.: Enseñar requiere de mucha paciencia y metodología. Cuando impartes clases a alumnos interesados en tu cultura el trabajo es increíble. Desarrollas en ellos movimientos, ritmos.. se empiezan a conocer. Amo cuando encuentro en mis clases a personas mayores e intentan hacer todo de la clase lo mejor posible. Fue mi primera experiencia en Afro – Contemporáneo. ¡Hermoso!. Ese es un placer que el maestro puede sentir.

A.: ¿Cómo ves la danza actualmente? ¿Crees que es el patito feo de las artes?

Y.: Desde mi punto de vista la danza en general se ha expandido muchísimo. Se fusiona, se mezcla cada día y han surgido nuevos estilos que actualmente tienen gran popularidad en todo le mundo. La escena de la danza es así, siempre esta en un proceso creativo.

No pienso que sea el patito feo de la artes y nunca lo será, siempre y cuando se respete y valore por todos nosotros, porque aunque no pensemos mucho en esto, tenemos que darnos cuenta de que la danza también nos caracteriza y forma parte del sello e identidad de cada país.



A.: Tienes muchas “herencias” a tus espaldas. Lo Afro, lo hispano, lo caribeño… ¿crees que esto marca tu forma de enfrentarte a la danza?

Y.: Pienso que todas estas herencias de una forma u otra influyen como me enfrento a la danza porque forman parte de mi educación y desarrollo como bailarina, además de llevar dentro, su sabor su ritmo y religión.

A.: En el mundo en que te mueves ¿has sentido alguna vez los prejuicios por ser una mujer negra?

Y.: En mi carrera como bailarina, trabajando en diferentes lugares y cultura nunca he sentido los prejuicios por ser una mujer negra. Lamentablemente podemos en ocasiones percibirlo en las calles con miradas, distancia, gestos. Si,  nos afecta a todas de una forma u otra, pero existe algo hermoso que tenemos que son nuestras raíces, que debemos llevarlo bien en alto y sentirnos plenamente conformes y orgullosas.



A.: Como mujer negra que ha hecho su propio camino, ¿como ves el futuro de la mujer afro?

Y.: Si todos y todas ayudamos a que se defienda los derechos de igualdad y aceptación de nosotras las mujeres afro en el mundo, el futuro será ciertamente mejor. Se trabaja a través de varios medios de comunicación, educación , literatura, plástica, escena visual, la danza- performance. Es un proceso largo, pero juntos podemos lograr que las siguientes generaciones crezcan libres de prejuicios y discriminación racial.

A.: Si tuvieras que dar un consejo a una niña que quiere iniciarse en serio en esto de la danza, ¿que le dirías?

Y.: Una vez que comienzas en la Danza estas entrando a otro mundo, te esperan momentos maravillosos, vívelos día a día, porque luego no volverán. Comienza una nueva forma de comunicación, “tu lenguaje corporal”, aprenderás a formarlo, enriquecerlo, disfrutarlo, pero también algo muy importante es tu esfuerzo y disciplina. Solo alcanzarás lo que seas capaz de proponerte y hacer.

Si queréis saber más de Yusimí y su arte visita:

http://www.cubancontemporary.com/

Redacción Afroféminas


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