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sábado, abril 20

Llámalo Afro, negro o X

Foto de ErnAn Solozábal en Unsplash

En las últimas semanas hemos abierto el debate  a la polémica sobre el uso de los términos negro/a o Afrodescendiente para definirnos y hemos pedido opinión a voces autorizadas de la diáspora. Estas son algunas conclusiones.

Las  ideas totalizadoras son siempre peligrosas. Partimos de que cada individuo puede quererse y definirse desde su libertad como estime oportuno. Eso si, lo que es imprescindible es que su posicionamiento tenga la misma consideración hacia el de los demás. Esto desgraciadamente no es común y los seres humanos tendemos a descalificar las posturas de los otros desde un punto de vista excluyente.

Nosotras desde Afroféminas tenemos UNA OPINIÓN, o mejor dicho, varias, ya que como personas de diferentes procedencias y vivencias nuestros razonamientos están cargados de matices que solo pueden pertencer al individuo y no al total.

Así una afrocubana no puede sentir ante el problema lo mismo que una persona nacida en Guinea Ecuatorial. Para un afroespañol, aún nacido en España, su ascendencia africana no tiene discusión ya que sus padres eran africanos y normalmente siente como suya esa cultura. Los problemas en estos casos suelen venir del tema de la sensación de sentirse nacional del país de donde vive.

Podemos poner opiniones diversas como la de una persona que sentimos muy cercana. La empresaria afroespañola Bisila Bokoko que se podría definir como una ciudadana del mundo nos dice:

“Personalmente no me molesta en absoluto ni un término ni otro en cuanto negro, afro o afrodescendiente ni tengo ninguna preferencia. Se me define de todas las maneras y respondo a todas ellas porque no creo que esto realmente sea lo que define a mi persona. Escudarse en estas etiquetas y sentirse ofendido por el uso que otros hacen de las mismas no lleva a nada. Por tanto lo que yo hago es construir mi persona alejada de etiquetas. ‎Yo me siento negra y estoy orgullosisima de serlo, y soy afrodescendiente sin duda”

En el caso de la diáspora es completamente diferente. Muchas generaciones separan a los afrodescendientes de sus antepasados esclavizados que fueron llevados a tierras americanas.  Siglos de discriminación por parte del colonizador y de la étnia dominante que siguió manteniendo a los negros e indígenas en condiciones penosas a pesar de que fueron fundamentales para los procesos de independencia.

De esta separación surgió en los diferentes países una cultura de los pueblos negros de indudable raíz africana que creció separada del continente madre y creó sus propias estructuras en cada estado nación. Un afrocolombiano tiene su cultura al igual que un afrobrasileño tiene la suya. Pero desde luego todos tienen la misma raíz.

La escritora Yolanda Arroyo Pizarro a la que también preguntamos nos dijo sobre su patria:

“En Puerto Rico se privilegian ambos términos. Tanto la Negritud como la Afrodescendencia son espacios desde donde socializamos, denunciamos y defendemos. Nos llamamos negros orgulloso, negras orgullosas. Nos llamamos afroboricuas dignos, afrodescendientes de la resistencia. Lo que no soportamos son los eufemismos: negrita, negrito, trigueño, de color. Esos términos sí que nos ofenden. Aún en 2014 el racismo en mi patria es tangible. Igual posee otras herramientas más sutiles que nos involucra y nos intenta hacer sentir menos personas, pero hay muchos negros y negras que día a día luchan contra estas instancias e impregnan de excelentes ejemplos la cotidianidad puertorriqueña para que cada vez más hijos e hijas de este suelo se sientan merecedores de pertenecer a esta ancestría”



Habéis ido leyendo en nuestro medio otras opiniones desde Venezuela, Brasil y Ecuador, etc. Y tendréis a estas alturas vuestras propias conclusiones.

Nosotras desde la libertad que nos permite este medio y desde la lucha que emprendimos ya háce casi un año podemos deciros que la revista se llama Afroféminas por algo aunque el término afro es solo una palabra, si, pero una palabra que contiene  cientos de millones de historias que van desde Somalia hasta Lima.; desde Ciudad del Cabo a Estocolmo. En esos millones de vidas hay valor, sufrimiento, historia, alegrías, tristezas y esperanzas.

Falta mucho para conseguir la equidad en todas partes pero sin duda estamos en el camino, porqué hay muchos que agitan nuestras conciencias.  Nosotras nos sentimos y queremos Afro, pero nos sentimos igual de cómodas con el término negra. No lo sentimos despectivo, solo lo puede cargar de negatividad quien lo pronuncia de una manera impropia.

Muchas sois las lectoras de nuestra revista y hay un lazo que nos une:  llámalo afro, negro o X.

Afroféminas


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4 comentarios

  • Rafael Pereachalá Alumá

    Lo breve del espacio no me permite colgar un ensayo de unas doce cuartillas que bauticé «La cuestión del autoetnónimo». Darse nombre así mismo es el ejercicio mínimo de una persona,para el caso un colectivo, sin injerencia de el o los otros. Es evidente que los hijos de la diáspora forzada en las Américas poseemos poderosos legados de origen africano, los cuales se adobaron asimétricamente con indígenas, europeos y con las innumerables etnias africanas que «vinieron a formar el perfil definitivo de América», como dijo el poeta nacional de Cuba Nicolás Guillén. En esa medida nuestro nombre colectivo es el de afroamericanos. El día que se elimine el nombre de América, por su condición de la imposición desde el proyecto del hegemón judeo, blanco, judeocristiano, habrá siempre que anteponerle al nuevo nombre el prefijo /AFRO/, pues somos sumatorias de muchas culturas africanas en las Américas.

    El tema del nombre no es banal ni puede ser indiferente, luchar contra la ideología racista es luchar por los derechos humanos de nuestros descendientes. «AFRODESCENDIENTE», es una apropiación abusiva, como cuando en los sesenta hablar de género era hablar del género femenino. Hasta donde va la paleoantropología indica que la humanidad nació en la garganta de Olduvai (Tanzania), consecuentemente todo la humanidad es AFRODESCENDIENTE. Lo que no toda la humanidad es afroamericana, que implica hacer parte de uno de los episodios más infames del ser humano como fue la trata/esclavización.

    A diferencia de una de los panelistas cuando ami me llaman negro, me están quitando mi condición d humano, porque no soy un adjetivo sustantivado soy una persona en primer lugar, soy un representante del Homo Sapiens sapiens.

    !!!Que siga el debate¡¡¡ Esto no es asunto de poca monta. estamosexigiendo el disfrute pleno de nuestros derechos humanos.

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